Revista Andes, Antropología e Historia

imageVol. 1, Nº 31, Enero-Junio de 2020

 

Esta obra está bajo licencia de Creative Commons Atribución - No Comercial CC BY-NC    https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/ ISSN Nº 1668-8090

 

 

HACIA UNA METODOLOGÍA COMPRENSIVA DE “LO RURAL”. LECTURAS SITUADAS DESDE EL CAMPO DE LA EDUCACIÓN

 

TOWARDS A COMPREHENSIVE METHODOLOGY OF "THE RURAL".

READINGS FROM THE EDUCATIONAL FIELD

 

 

Néstor Hugo Romero

CIUNSa-ICSOH-CONICET.

Facultad de Humanidades

Universidad Nacional de Salta

Argentina

neshuro@yahoo.com.ar

 

 

Ingreso: 01/02/19

Aceptado: 02/10/19

 

 

Resumen

El conocimiento acerca de características socio-culturales, económico-productivas, geográficas, entre otras, cobra relevancia para el desarrollo de políticas públicas en un territorio determinado, particularmente de políticas educativas. En nuestro caso, el conocimiento de las zonas rurales de la provincia de Salta tiene un valor intrínseco en tanto permitirá identificar condiciones y prácticas que podrían favorecer o dificultar el proceso de diseño e implementación de estrategias para llegar con educación secundaria a dichas zonas. Como condición de partida, fue necesario problematizar sobre el concepto de “ruralidad”, haciendo foco en algunos debates actuales de los que se derivan algunas categorías analíticas. A la vez, se consideró que la problematización podría resultar incompleta si no se esboza un conjunto de tópicos que favorezcan la comprensión de los contextos rurales según su especificidad y particularidad. En este trabajo se presentan algunos resultados provisorios del análisis realizado en tres casos que describen, someramente, tres zonas geográficas bien diferenciadas de la provincia de Salta, esperando que las realidades abordadas aporten información empírica para repensar y re-conceptualizar, en un proceso dialéctico, las teorías construidas o en proceso.

 

Palabras claves: Ruralidad, Políticas  Públicas, Educación, Estudio de Casos, Salta

 

 

 

Abstract

               When developing public policies -especially educational ones- for a particular territory, it is imperative to know its socio-cultural, economic-productive and geographic –among others- characteristics. In our scenario, rural areas in the province of Salta, this knowledge has an intrinsic value since it will facilitate the identification of conditions and practices that could favor or hinder the process of designing and executing strategies for secondary school implementation. As a starting condition, it is necessary to problematize the concept of "rurality", focusing on some current debates which have given rise to new analytical categories. At the same time, it is considered that its problematization must outline a set of topics that promote the understanding of rural contexts according to their specificity and particularity. This paper presents some provisional results of the analysis carried out in three distinct geographical zones of the province of Salta. It is expected that the realities addressed will provide empirical information to rethink and re-conceptualize, in a dialectical process, well-established or new theories.

 

Keywords: Rurality, Public Policies, Education, Case Studies, Salta

 

 

 

 

Introducción

Salta es una provincia que se caracteriza por marcadas diferencias en la mayoría de los aspectos que hacen al desarrollo de la vida individual y colectiva de sus habitantes. Se observa una diversidad de ambientes del espacio geográfico con regiones naturales bien definidas; desigual distribución de la población en el territorio provincial con regiones de población dispersa y baja densidad poblacional; prácticas que fluctúan entre la producción a escala y las economías de subsistencia; una gran diversidad social y cultural en la que coexisten espacios sociales integrados a un mundo crecientemente globalizado y otros estructurados en torno a lógicas ancestrales, coexistiendo diferentes grupos humanos con raíces etnolingüísticas bien diferenciadas, entre otras cuestiones[1]. El conocimiento sobre estas particularidades geográficas, socio-culturales, económico-productivas y ambientales, para mencionar algunas, cobra relevancia para el desarrollo de políticas sociales en un territorio determinado, particularmente de políticas educativas. En el caso de las zonas rurales de la provincia de Salta, dicho conocimiento tiene un valor intrínseco en tanto permitirá identificar condiciones y prácticas que podrían favorecer o dificultar el diseño e implementación de estrategias para intensificar los procesos de escolarización secundaria a dichas zonas.

En torno a este desafío de conocimiento, que supone un diagnóstico histórico-situacional de las zonas rurales de la provincia de Salta, se realizó una investigación[2] que tuvo como objetivo general “identificar y analizar algunas características socio-económicas e institucionales de la Provincia de Salta y explicar cómo ellas actuarían como condicionantes en la extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria en contextos rurales”. Como condición de partida, fue necesario problematizar el concepto de “ruralidad”, haciendo foco en algunos debates actuales de los que se derivan algunas categorías analíticas. A la vez, se consideró que la problematización resultaba incompleta si no se esbozaba un conjunto de tópicos que favorecieran la comprensión de los contextos rurales según su especificidad y particularidad.

El propósito de esta presentación es poner en tensión algunas categorías teóricas sobre ruralidad, en un interjuego con otras categorías emergentes del estudio de casos, y realizar lecturas explicativas respecto a la impronta que podría darle al análisis en el campo educativo. Para ello, se presentan resultados provisorios a partir del estudio de tres casos que describen, someramente, tres zonas geográficas bien diferenciadas de la provincia de Salta, esperando que las realidades abordadas aporten información empírica para repensar y re-conceptualizar, en un proceso dialéctico, las teorías construidas o en proceso.

 

Tensiones en torno al concepto de ruralidad

 

El debate sobre una nueva conceptualización de la ruralidad se encuentra en pleno desarrollo y ha generado una extensa biblio­grafía en los últimos años. El concepto tradicional de ruralidad se basa en la diferenciación rural-urbano, relacionada con la cantidad de habitantes por localidad. Sin embar­go, algunas de las diferencias entre lo urbano y lo rural no pueden ser redu­cidas a una única variable de tipo poblacional. Las particularidades que adquieren otras dimensiones socio-económicas como educación, ingresos, ocupacio­nes, necesidades básicas insatisfechas, condiciones de salud, sexo y compo­sición etaria de la población sugieren que “lo rural” está muy lejos de poder ser englobado en un concepto simple y homogéneo[3]. Asimismo, una tendencia más moderada no lo define por oposición a “lo urbano” sino por su relación con este ámbito[4].

Es necesario conceptualizar y, sobre todo, problematizar sobre la ruralidad ya que la noción tradicional resulta insuficiente para explicar la diversidad de situaciones y la complejidad que revisten. El enfoque más tradicional plantea un campo deter­minado por elementos tales como el predominio de la agricultura, la baja densi­dad, el escaso nivel de bienestar y desarrollo cultural y descuida otras características del medio rural, tales como la pluriactividad, la heteroge­neidad, los efectos de la globalización en la aparición de nuevas actividades, las fuertes interrelaciones entre el campo y la ciudad y el proceso de revalo­rización de lo rural, entre otros aspectos.

El enfoque tradicional está basado en una visión dicotómica de tipos ideales contrapuestos (campo/ciudad, tradición/desarrollo, atraso/innovación). Los nuevos enfoques se basan, prioritariamente, en una visión de gradación entre lo urbano y lo rural, y de movilidad entre las situaciones.

 

Si bien la mayoría de los autores parten del supuesto de la inexistencia de una definición universal de lo rural, también observan críticamente que, cuando se lo define, las más de las veces se lo hace caracterizando a lo ru­ral en referencia directa a lo urbano (…) lo rural como atrasado, pobre, aislado, de cambios lentos, atado a la naturaleza y a la produc­ción primaria; lo urbano como rico, moderno, dinámico, industrial, conectado con el mundo[5].

 

Algunos de los procesos de cambio que se están evidenciando en el ámbito rural, descriptos por diferentes autores (Pérez, 2001; Piñeiro, 1999; Teubal, 2001, Murmis y Feldman, 2005 citados por Castro y Reboratti, 2008) y que podrían entenderse como procesos de “indus­trialización de la agricultura y urbanización de las comunidades rurales”[6], están terminando con la versión clásica de la ruralidad, pero no con la ruralidad misma. La nueva ruralidad que ha emergido tiene ya varias décadas de existencia, lo novedoso es que ahora se están construyendo marcos conceptuales que permiten explicarla y comprenderla.

Según Castro y Reboratti los espacios rurales se ca­racterizarían, al menos, por tres elementos[7]:

 

a)   la relación con el medio natural, tanto por el uso de los recursos y ser­vicios naturales para la producción agropecuaria como por su aprove­chamiento en otro tipo de actividades, tal es el caso de la recreación y la residencia;

b)  la poca densidad de población relativa, si bien enmarcada dentro de una gran variabilidad de situaciones, pero claramente diferenciada de la urbana si utilizamos escalas detalladas;

c)   la existencia (o no) de redes territoriales que articulen los ámbitos dispersos y los centros poblados de diferente tamaño, estando éstos, según sea la situación, fuertemente integrados al medio rural.

 

Un punto de partida para encarar el tema de la redefinición conceptual y operativa del concepto podría basarse en el análisis combinado de los tres elementos antes mencionados, pero una perspectiva integradora y superadora de la clásica visión acerca de la ruralidad debiera abarcar otras dimensiones complementarias. En este sentido, considero que los aportes de Sergio Gómez[8] son pertinentes, al destacar: a) el tipo de espacio y las actividades que se realizan, b) la especificidad que la distingue de otras situaciones y c) el alcance que abarca lo rural, cuestiones que podrían integrarse transversalmente a los antes expuestos.

 

En cuanto a espacio y actividades[9]:

 

En este punto hay una coincidencia con lo señalado por diversos autores (Abramovay[10]; Castro y Reboratti[11]; Dirven[12]; Faiguenbaum y Nadir-Iraní[13]), en tanto se trata de espacios con una densidad relativamente baja, donde se realizan diversas actividades productivas (agricultura, forestal, ganadería, artesanía, es­tablecimientos dedicados a reparaciones, industrias pequeñas y medianas, pesca, minería, extracción de los recursos naturales y turismo rural) y se brindan servicios (asociados a la educación, la sa­lud, el gobierno local, el transporte, el comercio, el deporte, etc.) que, por las particulares formas en que se producen las prácticas y relaciones sociales en el territorio, adoptan también particulares formas de ser ofrecidos y recibidos por las personas.

Creo que es pertinente, aquí, incorporar la perspectiva de Mançano Fernandes quien expresa que:

 

Al analizar los espacios no podemos separar los sistemas, los objetos y las acciones que se complementan con el movimiento de la vida, en el cual las relaciones sociales producen los espacios y los espacios, a su vez, las relaciones sociales. Desde esta perspectiva, el punto de partida contiene el de llegada, y viceversa, porque el espacio y las relaciones sociales están en pleno movimiento en el tiempo, construyendo la historia. Este movimiento continuo es un proceso de producción de espacio y de territorios[14].

 

Este autor agrega al análisis del territorio una noción, a mi criterio muy relevante, que es la de conflictividad, a la que considera “condición para el desarrollo[15]. El conflicto se presenta aquí como un elemento potenciador, en tanto debe ser resuelto como condición para avanzar hacia otros niveles pero también como instancia de aprendizaje para los sujetos sociales. Este autor plantea que la disputa es en el territorio y por el territorio.

Según Paz “en Argentina existe una desigual conformación espacial que expresan ciertas particularidades de predominio y de penetración capitalista en el agro de cada región”[16]. En estas regiones coexisten diferentes tipos de prácticas y lógicas de producción, comercialización e intercambio (tanto capitalistas como no capitalistas) que van dándole a los espacios rurales[17] una particular fisonomía. Estas prácticas y lógicas son desarrolladas por un conjunto de actores (individuos y familias, productores, instituciones sociales y religiosas, etc.) que tienen un rol activo en su construcción y en la configuración de espacios y territorios.

 

En cuanto a su especificidad:

 

Para comprender la problemática de la ruralidad y caracterizarla según su especificidad hay que hacer jugar aspectos tales como: a) la tierra como factor de producción y nuevos factores de producción que se fueron incorporando a la vida agropecuaria b) el uso que se hace de los recursos locales, c) el papel de la mano de obra familiar en la producción, d) estrategias de desarrollo exógeno-endógeno, e) la pluri-actividad y la multi-ocupación como fuentes de ingresos, f) el uso de conocimientos y habilidades del productor, g) grados de penetración de los procesos de mercantilización y sus consecuencias, entre otros.

Además, como especificidad, lo rural comprende un tipo de relaciones sociales con un componente personal que predomina en territorios con una baja densidad de población relativa. Esta relación personal tiene una fuerte base en los vínculos vecina­les (con una prolongada presencia) y de parentesco, entre una parte significa­tiva de los habitantes[18]. Esto cobra particular relevancia al analizar la “ruralidad” en cada región singular, dado que la diversidad de personas y familias que allí habitan (diferentes etnias aborígenes/indígenas, criollos, inmigrantes de diversa procedencia, etc.) son portadores de historias, de culturas y de universos simbólicos que les dan su propia identidad. Por ello, hablar de una ruralidad homogénea se torna tarea compleja e, inclusive, inconducente.

 

La heterogeneidad interior de cada uno de los grupos etnolingüísticos, configurados por comunidades similares pero a la vez diferenciadas entre sí, no puede asumir la homogeneización cultural de sus componentes para crear un sujeto colectivo único, lo que sólo se lograría por medio de la represión de las diferencias internas[19]

 

 

En cuanto a su alcance:

 

Según De Grammont[20] la discusión en torno a la “nueva ruralidad” es sumamente compleja porque involucra numerosos fenómenos que marcan tendencias: a) desaparecen los dos grandes campos geográficos, económicos y sociales que dominaron el mundo capitalista desde sus orígenes hasta la actual globalización, el campo y la ciudad, como dos mundos diferenciados aunque complementarios, b) se produce una urbanización del campo y una ruralización de la ciudad, c) las mismas tecnologías revolucionan la vida en el campo y la ciudad, d) la conservación del medio ambiente es una exigencia cada vez más apremiante y e) la desigualdad social, la pobreza y la marginación son fenómenos que sustituyen la idea del desarrollo y de la integración nacional.

La nueva ruralidad supone, entonces, una nueva relación entre el campo y la ciudad entre los cuales los límites “se desdibujan, sus interconexiones se multiplican, se confunden y se complejizan”[21]. Lo rural, en definitiva, a pesar del proceso de globalización en marcha, es una de las condiciones que permite mantener algunos rasgos de identidad frente a las fuerzas globales y homogéneas que se expresan a través de los medios de comunicación y del consumo, por ejemplo.

Las cuestiones señaladas en cada una de las tres dimensiones abordadas (el tipo de espacio y las actividades que se realizan, la especificidad que la distingue de otras situaciones y el alcance que abarca lo rural) requerirían ser profundizadas desde lo conceptual y su transferibilidad analizada en situaciones concretas, de modo que favorezcan la construcción de categorías de análisis y/o tipologías que faciliten la comprensión de la “ruralidad” en toda su complejidad y desde todas las aristas posibles, cuestión que comienza a esbozarse en este escrito.

 

La ruralidad en Salta: una provincia tres realidades

 

Como se anticipara en la introducción, en este apartado se trabajará con el análisis de tres casos[22] en los que se describen someramente zonas geográficas de la Provincia de Salta, identificadas como rurales[23]. El propósito es que las realidades abordadas nos aporten información empírica para comprender el sentido de “lo rural” a partir de sus especificidades y, simultáneamente, repensar las categorías de análisis más adecuadas para diferenciar lo rural de aquellos ámbitos que no lo son.

Se decide tomar como casos a las regiones conformadas por localidades o parajes (con dependencia político-administrativa de un municipio, dentro de cada departamento) que se constituyen con población rural agrupada y dispersa, resultando el siguiente detalle:

 

 

 

Cuadro 1: Datos de localización y población de cada Caso

 

Departamento

Municipio

Localidad/paraje

Población (habitantes)

Densidad Poblacional

San Carlos

Angastaco

Pucará

363

 

0,7 h/km2

Los Cardones

744

El Arremo

Rio Grande

Pampa Llana

La Candelaria

El Jardín

El Jardín

942

3,7 h/km2

El Espinal

359

La Candelaria

La Candelaria

649

1,5 h/km2

Psje San Antonio

180

Rivadavia

Santa Victoria Este

Sta. Victoria Este

1809

2,3 h/km2

Sta. María

587

Misión La Paz

1133

 

Fuente: Elaboración propia con datos del Censo Nacional 2010 (INDEC).

 

 

Los casos resultantes: 1) Zona Oeste -Dpto. San Carlos, Municipio Angastaco-; 2) Zona Sur -Dpto. La Candelaria, Municipios El Jardín y La Candelaria- y 3) Zona Este -Dpto. Rivadavia, Municipio Santa Victoria Este-, se referencian en la figura 1.

 

 

Figura1: Mapa de la Provincia de Salta. Ubicación de los casos estudiados

Fuente: https://www.google.com.ar/mapas+de+salta&client=firefox-

 

 

Los datos para la construcción de dichos casos forma parte del relevamiento realizado para diagnosticar las condiciones (geográficas, sociales, económico-productivas, educativas, entre otras dimensiones) en las que debía iniciarse el proceso de extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria en Salta. Por lo tanto, la información construida[24] está cruzada transversalmente por este mandato.

Desde el punto de vista metodológico, el abordaje de los casos supuso el trabajo in situ por parte de cuatro profesionales (de un equipo integrado por 11 personas) con diferente formación pero todos trabajadores de la educación: una antropóloga ex supervisora de la provincia, un profesor en ciencias biológicas y supervisor de educación rural y dos profesionales en ciencias de la educación con formación en planificación y evaluación. Las estrategias de recolección de información centrales fueron entrevistas, observaciones y, circunstancialmente, documentación escolar y de otras instituciones de la comunidad. Las entrevistas tuvieron diferentes niveles de estructuración, según la intencionalidad y los actores sociales e informantes claves entrevistados (entrevistas informales, focalizadas y pautadas). De igual manera se procedió con la observación (descriptiva, focalizada y selectiva), la cual en numerosas oportunidades adquirió rasgos de participante.

La recolección y análisis de la información supuso:

 

a)   Interpretar y explicar sentidos a partir de las prácticas de los sujetos.

b)  Reconstruir (como el camino que permite armar y rearmar las redes de relaciones) la secuencia y lógica de sucesos relevantes o de series de situaciones entrelazadas o recurrentes.

c)   Contextualizar, como paso previo de constitución de un marco de referencias.

d)  Contrastar, como operación que permite trabajar comparativamente los datos en cada escenario visualizado.

e)   Explicitar, en tanto favorece un análisis exhaustivo y permite objetivar los preconceptos o categorías.

 

La información resultante se organizó a partir de la consideración de algunas de las categorías definidas para el estudio diagnóstico, antes mencionado, y el informe de cada caso se presenta a partir de tres grandes tópicos:

 

a)   Características y relaciones “con” y “en” el territorio.

b)  Actores y servicios sociales de relevancia.

c)   Percepciones y valoraciones de diferentes actores de la comunidad acerca de la educación.

 

CASO I

 

Zona Oeste - Dpto. San Carlos, Municipio Angastaco - (Localidades: Pucará, Los Cardones, El Arremo, Río Grande, Pampa Llana). Se visitaron todas  las localidades, excepto la de Los Cardones, para la cual no hay acceso vehicular.

 

 

Características y relaciones “con” y “en” el territorio

 

La zona relevada se ubica en el extremo Sudoeste del Dpto. San Carlos y pertenece al municipio de Angastaco. El área forma parte de una antigua estancia (latifundio) cuya extensión se aproximaba al millón y medio de hectáreas. En la actualidad está subdividida en fincas con extensiones menores. El paisaje alterna con encadenamientos altos de la cordillera oriental y valles fluviales intermontanos en los que, mayormente, se concentra la población. Las condiciones ambientales determinan una estepa arbustiva en casi toda el área, con vegetación achaparrada y extrema xerófila. La altitud de las localidades supera los 3.500mts sobre el nivel del mar. Las condiciones climáticas son rigurosas, en gran medida por la altitud. Los vientos son constantes, las precipitaciones escasas, la temperatura muy baja y las nevadas, frecuentes en el invierno.

El acceso por ruta se realiza desde Angastaco por caminos de ripio, estrechos, sinuosos y ríspidos, con cuestas empinadas y rocas de tamaño importante. El recorrido entre los diferentes poblados no supera los 100 kms. desde Angastaco, pero la dificultad de tránsito incide de manera determinante haciendo que el viaje sea de hasta cinco horas de duración en vehículo adecuado. Estas características de las vías de comunicación permiten afirmar que el área presenta un aislamiento importante. Para ilustrar esta realidad se puede decir que la huella de camino al poblado de Pampa Llana se trazó a fines de  2008. No existe ningún medio de transporte público para la zona relevada y dependen del movimiento de particulares que ocasionalmente se desplazan de un punto a otro. Los “remises” o vehículos contratados tienen un alto costo.

En cuanto a las viviendas, son construcciones bajas, de adobe, con escasas y pequeñas aberturas, sin servicios sanitarios ni de agua de red. Tampoco poseen servicio de luz eléctrica y, para la preparación de alimentos, se utiliza fuego que se logra por la quema de especies vegetales como la tola, práctica que expone el suelo a la erosión eólica. Las viviendas se agrupan a la vera de los cursos de agua o al resguardo de los vientos. Asimismo, no disponen de servicios de radio ni teléfono.

La tenencia de la tierra no está claramente definida y sólo algunos pobladores la poseen. Se identifican como pueblo originario de la etnia diaguito-calchaquí. Como ocurre en otros asentamientos de esta etnia, no utilizan su lengua materna (Cacán o Kakán), extinta durante la colonización. De acuerdo a entrevistas realizadas a jóvenes, manifiestan que están arraigados a su comunidad y participan en diferentes tareas de las actividades económicas de los adultos que, dado el carácter comunal y cooperativo que poseen, denotan una buena complementación entre las acciones de los diferentes grupos etarios y géneros en cada comunidad. Se percibe fuerte influencia masculina en la toma de decisiones y en las reuniones las mujeres se ubican notoriamente separadas de los varones, no intervienen, no opinan ni dialogan.

Las actividades productivas se asientan en economías agrícolas familiares, en los vallecitos húmedos y ganadería ovina o camélida en las zonas serranas con pastos naturales. Se desarrolla una actividad de manufactura de hilado y tejido de lana de ovejas y llamas, con las que confeccionan prendas de vestir. La comercialización puede ser de la lana o de prendas, siempre que existan excedentes; esta producción es colocada en diversas ferias de localidades vecinas. A estas actividades se le suma el cultivo de algunos productos destinados a la dieta familiar anual. Su economía de subsistencia depende en extremo de los ciclos naturales y pocos realizan pastura para sostener a los rebaños durante el estiaje; esta condición afecta la alimentación y por ende la salud de la población, quedando más expuestos a enfermedades por empobrecimiento de la dieta. Si bien en la zona se percibe la posibilidad de potenciar algunos de sus recursos incorporando tecnología, los pobladores realizan sólo actividades de orígenes ancestrales.

 

Actores y servicios sociales de relevancia

 

Las escuelas primarias existentes se ubican una por localidad y a la fecha ofrecen los niveles de Educación Inicial y Primaria. Las escuelas de las localidades de El Arremo y Pampa Llana corresponden al régimen de verano (setiembre a mayo), las restantes son de régimen común (marzo a noviembre). Las bajas temperaturas extremas condicionan el desarrollo de clases en la época invernal y ponen en riesgo la salud de los alumnos. Poseen albergue para la población más distante y servicio de comedor escolar. En este tipo de instituciones, y por la baja matrícula que poseen, la organización es de plurigrados o pluriaños. Los docentes de educación inicial y primaria así como algunos de áreas específicas (educación física, educación artística) arman núcleos con dos o más instituciones para la cobertura de la carga horaria asignada ya que la designación es por cargo docente.

A la fecha la educación secundaria se puede cursar sólo en la localidad cabecera municipal de Angastaco que no posee albergue para los alumnos, por lo que sólo acceden jóvenes con la posibilidad de vivir en casas de familias conocidas. La localidad más próxima con albergue secundario es la de Molinos, distante 34.4 km desde Angastaco, y entre ambas no existe transporte público.

Hay un centro de salud en cada localidad con un enfermero a cargo y un sistema de agentes sanitarios que realizan las acciones de salud comunitaria en el marco de programas entre los que se destaca el APS (Atención Primaria de la Salud). Efectúan derivaciones a hospitales cercanos, pero la mayoría de los casos se trasladan a la Ciudad de Salta para su atención.

Desde los tiempos de la colonia, el culto que predomina es la religión católica apostólica romana, con templos en las localidades, a la vera de los caminos, en los cascos de las fincas y cementerios. Los sacerdotes concurren a las celebraciones de los patronos tutelares, oportunidad en la que se celebra misa, se administran los sacramentos y toda otra actividad comunal relacionada con la festividad. En los últimos veinte años se asentaron otros cultos, principalmente las iglesias evangélicas y pentecostales.

La actividad deportiva se concentra en las localidades cabecera, que poseen un complejo polideportivo de dependencia municipal, para los jóvenes del lugar. Generalmente están poco aprovechados. No existen clubes deportivos.

Las cinco localidades visitadas y mencionadas corresponden a un mismo municipio, cuya sede es Angastaco. Como ocurre en muchas de estas localidades del interior de la provincia, muy distantes y aisladas, la autoridad municipal constituye la institución política que atiende todas las acciones sociales para satisfacer las necesidades de la población. Se organiza por secretarías que considera las diferentes demandas de la comunidad. Apelan al trabajo solidario y colaborativo de los pobladores, quienes contribuyen al logro de objetivos comunes. La municipalidad constituye un nexo entre las diversas instituciones del lugar y viabiliza acciones conjuntas entre sí, a la vez que establece contactos con la instancia política provincial. No hay permanencia de la autoridad municipal en todos los parajes, aunque realiza visitas periódicas a ellos.

 

Percepciones y valoraciones de diferentes actores de la comunidad acerca de la educación

 

En general la escuela interactúa con las demás instituciones que, en este tipo de comunidades, se constituye en el motor que potencia las acciones generadas desde otros ámbitos. Esta es una característica relacionada, principalmente, al rol que históricamente ejerció la escuela primaria en la ruralidad. Tanto los pobladores como las autoridades y otros actores sociales de relevancia perciben que la educación secundaria para los jóvenes de la comunidad (que complemente la recibida hasta ahora) será la mejor forma de potenciar el recurso humano. Expresan su preocupación por el aislamiento que padecen y la incomunicación con el resto de la sociedad provincial.

La necesidad de mano de obra de los jóvenes en sus lugares de origen, sumada a las dificultades de acceso y desplazamiento por la región, imposibilita el traslado a otras localidades cercanas para cursar estudios de nivel secundario, por lo que la creación de instituciones de este nivel, los favorecería notablemente. En las escuelas de régimen de verano (con clases al día de la visita del equipo de investigación) se conversó con padres, docentes, alumnos y egresados sobre formas o dispositivos educativos[25] que no son los habitualmente conocidos, mediante las cuales llegar con el nivel secundario a la zona, cuestión a la que respondieron que no importan las formas que adquiera sino que desean tener acceso a la educación.

En esta comunidad, los pobladores se caracterizan por su desinteresada colaboración a la institución escolar. Los actores institucionales valoran el sentido de la educación y confían en los logros a alcanzar con ella. En el diálogo mantenido con el Intendente Municipal, éste expresó que con las instituciones educativas de nivel secundario podría colaborar (de igual manera que actualmente lo hace con las existentes de nivel primario) en cuestiones como: la solución de dificultades o problemas en las instalaciones, para lo cual provee de mano de obra del municipio; la colaboración en la provisión de personal de maestranza para la limpieza y atención de alumnos; el mantenimiento y la conservación del camino de acceso, tarea que se realiza manualmente. Consideró que el municipio aseguraría el traslado de docentes en itinerancia, de ser necesario. Expresó su preferencia por el traslado de adultos (docentes) y no de alumnos, por los riesgos que ello implica en relación con el tipo de vehículo, estado de las rutas, cantidad de personas transportadas, periodicidad y seguridad que puede brindar. Actualmente hay disponibilidad de infraestructura, propiedad del estado, utilizada sólo para educación inicial y primaria, contando con espacio para construir ampliaciones para el nivel secundario.

Entre las problemáticas que son propias de la comunidad y que, por consiguiente, se hacen extensivas a las escuelas encontramos: carencia de servicios mínimos indispensables para el desarrollo humano con calidad de vida, inadecuados servicios de salud y sistemas de comunicabilidad más eficientes. Los docentes deberán estar preparados para el ejercicio eficaz de su rol en un contexto social y natural (de naturaleza hostil) sumamente diferente de aquel del que provienen, en los casos que no sean habitantes locales.

 

CASO II

 

Zona Sur - Departamento La Candelaria – (Localidades: El Jardín, La Candelaria, El Espinal y Pje. San Antonio).

 

Características y relaciones “con” y “en” el territorio

 

Estas localidades se ubican en el extremo sur de la provincia de Salta, limítrofe con la provincia de Tucumán. El paisaje está dominado por las sierras sub-andinas, escalonándose de oeste a este con una altitud promedio entre 900 y 1000 metros sobre el nivel del mar. La vegetación corresponde a las formaciones de chaco serrano, con precipitaciones concentradas en la temporada de verano. Las condiciones climáticas son propias del tipo subtropical serrano con estación seca.

Las localidades del departamento La Candelaria están alineadas en sentido este–oeste casi sobre la misma línea latitudinal paralela al Río Tala.  Sobre la margen izquierda de la Ruta Nacional N° 9 en sentido norte–sur se encuentra La Candelaria y sobre la margen derecha, a la vera de la ruta  provincial N° 6 El Tala, EL Jardín y El Espinal. Ninguna de estas poblaciones supera los 2000 habitantes y en general se las podría denominar parajes rurales-aglomerados. Cuentan con servicios básicos de red eléctrica y red de agua potable. Las construcciones domiciliarias en su mayoría son casas de ladrillos con techos de chapa y muy pocas de adobe.

Las actividades económicas se centran en la agricultura de pequeños y medianos productores con participación de mano de obra familiar, basadas en el cultivo del tabaco principalmente y en la ganadería bovina con razas criollas, exceptuando algunos productores que utilizan ganado indoeuropeo. En algunos parajes como El Espinal las condiciones de microclima permiten también un desarrollo fruti-hortícola, producción que abastece al mercado local, con serias dificultades para la comercialización a otros mercados. También se destaca el cultivo de poroto y maíz que ocupa mano de obra temporal. La mecanización de las labores agrícolas presenta diferentes grados de desarrollo según el poder adquisitivo y/o la extensión de los diferentes emprendimientos.

Los jóvenes manifiestan en las entrevistas que se encuentran arraigados a su comunidad y participan en diferentes tareas de las actividades económicas de los adultos. Muchos de los estudiantes de último año expresaron intenciones de continuar con estudios superiores, aunque condicionados por diferentes situaciones económicas familiares.

Actores y servicios sociales de relevancia

 

El servicio educativo de nivel secundario se ofrece en las localidades de El Jardín, El Tala y la Candelaria. En el caso de El Jardín, el colegio secundario funciona desde hace 20 años en un edificio prestado por la Municipalidad, originalmente diseñado para un hogar familiar, por lo que fue adaptado progresivamente. Por lo tanto, algunos espacios son reducidos y poco adecuados para la circulación y el desarrollo de actividades pedagógicas. Algunos de ellos son habitaciones muy básicas con techos de chapas sin cielorraso, muy calientes en verano y muy fríos en invierno. Reciben alumnos del mismo pueblo y zonas aledañas, ya que la municipalidad dispone de un vehículo para transportar estudiantes que llegan hasta Sauzalito, distante a 6 Km.

El Colegio Secundario desarrolla varios proyectos con participación de alumnos y docentes, consiguiendo importantes logros (tales como viajes educativos y equipamiento para diversos usos), lo que genera un atractivo para los adolescentes de la zona. Otro aspecto observado es la ineficiencia de los sistemas de conectividad del colegio, lo cual refuerza el aislamiento del sistema, aunque esta situación tuvo algunas mejoras al ingresar al programa “Conectar Igualdad”, que provee de piso tecnológico y equipamiento informático para todos los alumnos.

En la localidad de La Candelaria el colegio secundario funciona a la tarde, a contraturno de la escuela primaria N° 4350. Al momento de la investigación no tenía director, estando a cargo transitoriamente un profesor de matemática (quien tiene la mayor carga horaria en la institución), percibiéndose algunas dificultades propias de una escuela sin director formal (cargo que se está tramitando). Se observan otras dificultades relacionadas con el ausentismo de los docentes, situación de difícil resolución debido a los inconvenientes en las vías de comunicación (telefónicas, Internet). La Secretaria del Intendente (este último se encontraba en la Ciudad Capital) expresó que la municipalidad dispone, en la actualidad, de un minibús que transporta a los alumnos de los niveles primario y secundario desde los parajes que se encuentran entre el Ceibal hasta la localidad La Candelaria. La escuela del Pantanillo, distante 27 km de La Candelaria, recibe alumnos de fincas y parajes próximos. El Director comenta que, en general, los alumnos no completan el ciclo secundario, la mayoría por dificultades de orden económico. El hecho de extender el circuito del minibús hasta este paraje, podría actuar como factor favorable a la culminación de la educación secundaria.

En el conjunto de las localidades analizadas, además de las instituciones educativas, son escasas las instituciones sociales y culturales. En la Candelaria se destaca la capilla en honor a “Nuestra Señora de la Candelaria”; en el Tala la parroquia “San Antonio de Padua” y, en el paraje denominado "Finca El Datil", la casa natal de la escultora Lola Mora; en el Jardín la vicaría construida por los jesuitas y dedicada a la “Virgen de la Merced”, un CIC -Centro de Integración Comunitaria- y el centro de salud más importante del departamento. Todos estos poblados constituyen uno de los circuitos turísticos más atractivos del sur salteño.

 

 

 

Percepciones y valoraciones de diferentes actores de la comunidad acerca de la educación

 

Tanto los pobladores, como las autoridades y otros actores sociales de relevancia (productores locales, sacerdotes), perciben que la educación para los jóvenes de la comunidad (que complemente la recibida en primaria) será la mejor forma de potenciar el recurso humano. Los actores institucionales valoran el sentido de la educación y confían en los logros a alcanzar con ella. Expresan su preocupación por las dificultades en la comunicación entre sí y con el resto de la sociedad provincial. Resulta necesario fortalecer y mejorar las vías de comunicación (caminos, telefonía e Internet) que garanticen el tránsito y la fluidez de las personas y la información. Los acuerdos que se puedan concretar con los Municipios para fortalecer y asegurar el traslado de alumnos son fundamentales para extender la cobertura de la oferta de educación secundaria en este Departamento.

De acuerdo a las entrevistas realizadas, la percepción de los docentes respecto de sus estudiantes indica que los jóvenes están poco motivados para el estudio y relacionan esta situación con el cansancio que produce el trabajo en la labor agrícola (de economía familiar) del que la mayoría participa. Ello es motivo de desgano y cansancio, disminuyendo la atención y el rendimiento escolar. La instalación de programas tales como “Prevención de Trabajo infanto–juvenil” en la zona podría contribuir a fortalecer la asistencia y el rendimiento escolar. Las apreciaciones precedentes de algún modo son superadas con gran esfuerzo ya que hay alumnos que continúan estudios superiores con éxito, lo que reafirma la percepción de algunos actores como el Sr. Intendente: “el Colegio Secundario ofrece una buena formación ya que los que se fueron a estudiar a Salta Capital o a Tucumán concluyeron sus estudios y hoy son profesionales”. La interrupción de los estudios acontece por dificultades económicas o por la constitución de núcleos familiares tempranamente.

En la entrevista con el director y un maestro de la escuela primaria de El Espinal, manifestaron que sus alumnos tienen buen desempeño, que aproximadamente la mitad continúa estudios secundarios con éxito en el Colegio del Jardín o El Tala. También expresaron que las dificultades estaban centralmente en inglés, ya que los maestros especiales asisten irregularmente y no cumplen con la itinerancia. Proponen como alternativa instalar aulas de secundaria anexas al Colegio de El Jardín o disponer de un transporte regular que permita el traslado diario de los alumnos. El Sr. Intendente expresó la intención de adquirir un ómnibus con capacidad para transportar 40 alumnos y concentrar toda la matrícula de nivel secundario en el Colegio de El Jardín.

La ampliación de la cobertura de la oferta actual, que asegure el ingreso, la permanencia y el egreso de todos los jóvenes entre los 12 y los 18 años, se percibe como un bien deseable. No obstante, se dificulta con algunas de las prácticas familiares que requieren de estos jóvenes como mano de obra de las tareas agrícolas. También se demanda una campaña que propicie las ventajas de la educación secundaria, la que origina círculos virtuosos para contraponerse al desaliento producido por la falta de oportunidades percibidas.

 

 

 

CASO III

 

Zona Este. - Dpto. Rivadavia, Municipio Santa Victoria Este - (Localidades: Santa Victoria, Misión La Paz, Santa María). Constituye la zona de mayor concentración de población indígena.

 

Características y relaciones “con” y “en” el territorio

 

La zona relevada se ubica en el extremo noreste del Dpto. Rivadavia y pertenece al municipio de Santa Victoria Este. Se encuentra en el área de frontera que nuestro país comparte con Bolivia y Paraguay, allí se ubica el punto tripartito -Misión La Paz-  y existe un puente internacional con Paraguay, vallado al momento de la investigación, para el tránsito vehicular. Por las aberturas de los costados de la barrera sólo es posible el paso de peatones, bicicletas y motocicletas. El acceso por ruta se realiza desde la localidad de Embarcación.

El paisaje corresponde al chaco seco, semiárido, siendo considerado por especialistas[26] como la región “más característica de lo que es el chaco”. Las condiciones ambientales determinan un bosque de maderas duras, como algarrobo y distintas variedades de quebracho, el que fuera extraído en la construcción del ferrocarril a fines del siglo XIX e inicios del XX, provocando suelos altamente erosionados en la actualidad.

Las precipitaciones oscilan entre 500 mm a 750 mm al año, cantidad que se considera limitada con respecto a la posibilidad de lograr con éxito cultivos anuales en forma permanente, como maíz, poroto, sorgo, etc. El chaco es una llanura de escasa pendiente y gran carga sedimentaria, por lo que los principales ríos como Pilcomayo y Bermejo, entre otros de menor importancia, cambian su curso con frecuencia formando amplias planicies aluviales y presentando madrejones, es decir, meandros de antiguos cauces abandonados, en los cuales se acumula agua en los períodos lluviosos. Las temperaturas del chaco seco son elevadas, registrándose allí los valores más altos del continente, configurando “el polo de calor de Sudamérica” (definido por la isoterma de 47° C) con un valor máximo absoluto de 48,9° C[27].

El poblamiento de este sector de territorio se inicia hace 10.000 o 12.000 años cuando la región estaba cubierta por agua y pantanos. Entre 6.000 y 5.000 años atrás, las aguas se retiraron y permitieron los asentamientos humanos. De esa época data la existencia, en el territorio provincial, de las siete etnias que allí habitan: Wichí, Chorote, Nivaclé o Chulupí, Toba, Ava-guaraní, Tapiete y Chané. Todas conservan sus lenguas maternas. Posteriormente, a fines del siglo XVIII e inicios del XIX, comenzó el ingreso de los criollos a esta región. La convivencia de estos dos grupos poblacionales en el mismo espacio geográfico ha provocado problemas resultantes del enfrentamiento entre ambos. Se percibe en las comunidades visitadas que la actitud de intolerancia ha sido atenuada[28].

En la actualidad el chaco se caracteriza por la existencia de bosques xerófilos muy deteriorados, con grandes áreas salinizadas, con explotaciones forestales y pastoriles en decadencia, con escasa población e inadecuadas vías de comunicación. Depende política y económicamente de sus capitales provinciales que se hallan en la periferia de la región. La precaria red de comunicaciones existente entre las distintas localidades del Chaco se deteriora día a día. No hay conexión telefónica, con las consecuencias que ello significa (por ejemplo, cuando se trata de emergencias o casos de riesgo). Esto se debe en parte a su pobre actividad económica, baja rentabilidad, escaso poder adquisitivo y a la baja densidad poblacional. Se estima, demás, que la mayor parte del intercambio económico entre los dos ejes de la periferia del chaco, que se canaliza vía Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, influyen negativamente en las actividades productivas y en la mejora de servicios y redes de comunicación[29].

Los caminos son de tierra y reciben un mantenimiento precario, por lo que se transforman en guadales en la época seca y se anegan con las lluvias, tornándolos intransitables y dejando amplias zonas aisladas por varios días. Esto ocasiona aumento en los costos del transporte, tanto de pasajeros como de carga. Hay escasa circulación de vehículos, se ven bicicletas y últimamente se ha incrementado el uso de las motocicletas. Existe un transporte colectivo público de propiedad particular que recorre la zona Embarcación- Santa Victoria Este.

Respecto de las viviendas puede decirse que coexiste el típico rancho rural de adobe, con casas de material y cemento provistas por planes de vivienda. La mayoría de las construcciones poseen  techos  de chapas de zinc, lo que no favorece al aislamiento térmico. No se observa la instalación ni uso de tecnologías apropiadas en la mejora de la calidad de vida respecto de la construcción, la producción y uso de la energía y el aprovisionamiento, tratamiento, almacenamiento y distribución del sistema de agua apta para consumo humano. La energía eléctrica es generada mediante equipos in situ movidos a fuel oíl.

Por otra parte, se observa que la población aborigen ha hecho abandono de sus actividades tradicionales de caza, pesca y recolección. Argumentan que Paraguay ha intervenido sobre las aguas del río Pilcomayo, motivo por el que la pesca no da los resultados esperados y se abandona, paulatinamente, como práctica. Incluso han dejado de producir artesanías en madera y chaguar y es sumamente difícil conseguir miel por su escasa recolección. La práctica tradicional de hilado y tejido de la fibra del chaguar, a cargo de las mujeres, parece abandonada; en su reemplazo se observó a varias de ellas tejiendo bolsas de lana (industrial) a solicitud de comerciantes paraguayos que las venden en los negocios del área comercial del otro lado del puente internacional.

Las actividades productivas se reducen a la ganadería bovina a campo abierto con pasturas de especies naturales. No hay ningún tipo de cercado, el ganado está disperso por los caminos y deambula hasta en los poblados por las calles y plazas. Esta actividad es identificada como propia de las poblaciones criollas. Actualmente viven de los subsidios del estado nacional y no se observa inserción de la población adolescente y joven en el sistema productivo local, que permanecen y espera, al igual que los adultos de la comunidad.

La división política por provincias ha atomizado posibles acciones globalizadoras para la zona chaqueña y las acciones dinamizadoras de la economía y la producción de la región (por parte de los gobiernos provinciales que la conforman) son escasas. En el chaco resulta acentuada la diferencia entre espacio urbano y rural.

 

Actores y servicios sociales de relevancia

 

Las tres localidades poseen una escuela de Educación Primaria completa. Tienen calendario regionalizado, lo que quiere decir que adelantan días de clase para finalizar antes del período de lluvias que inhabilita los caminos, motivo por el cual los docentes no pueden salir. Si bien las características generales son compartidas en las tres localidades visitadas, respecto de la oferta educativa de Nivel Secundario, cada una de ellas ofrece una situación diferente: 1) Santa Victoria Este posee institución escolar de este nivel y albergue estudiantil, 2) Santa María posee un anexo de la institución educativa de Santa Victoria Este, que funciona en la construcción precaria de una iglesia sin terminar, cedida en préstamo y 3) Misión La Paz no cuenta con instalaciones para que funcione dicho nivel. A continuación se describen brevemente:

SANTA VICTORIA ESTE: Población criolla y etnias: Wichí, Nivaclé, Toba y  Ava-guaraní. Parajes de los que provienen los alumnos: Santa Victoria, Cañaveral, Pozo El Tigre, La Puntana, La Merced.

Tiene un albergue para estudiantes con capacidad para 120 jóvenes, que actualmente ocupan sólo 20 persona. Por decisión de las autoridades de la institución, se alberga sólo varones, generando una marcada discriminación de género. El estado del edificio es bueno pero requiere mejoras en la cocina, que no se usa por desperfectos técnicos. Disponen de una heladera de excelente tamaño que no se utiliza, dada la distancia de centros más poblados para adquirir productos. Los dormitorios requieren resguardo en sus aberturas para favorecer la ventilación a la vez que eviten la entrada de insectos y alimañas. Según información de las autoridades, han efectuado los pedidos respectivos ante quien corresponde.

SANTA MARÍA: Población criolla y etnias: Wichi y Chorote. Parajes de los que provienen los  alumnos: Santa María, Misión El Cruce.

La escuela funciona como anexo del colegio de Santa Victoria Este en la construcción sin terminar de una iglesia. Con ayuda de la comunidad han logrado cerrar el frente, le colocarán ventanas y le construyeron un baño, otro está a punto de ser terminado. El predio de la escuela primaria dispone de suficiente espacio para la construcción de las instalaciones necesarias con salida a otra calle lindante.

MISIÓN  LA PAZ: Etnias: Chorote, Wichí, Nivaclé, Ava-guaraní y Guaraníes del Paraguay. Parajes de los que provienen los alumnos: Misión  La Paz,  La Gracia, La Estrella, Km. 2, Km. 1, Las Vertientes Chica, La Bolsa, Las Vertientes y Agua Verde. Total poblacional, incluidos estos parajes, 1.600 habitantes.

Se visitó una construcción de adobe de propiedad comunal, para el posible funcionamiento del colegio de nivel secundario. El edificio se ve muy deteriorado y  de escasos ambientes disponibles. No posee sanitarios. Se visitó el predio que ocupa la escuela primaria y parece ser el más apropiado para construir en él. Ninguna de las localidades visitadas posee  instituciones educativas de otros niveles, modalidades ni especialidades. La localidad más cercana con escuela de educación técnica es La Puntana.

Las tres localidades visitadas, junto a muchos parajes, corresponden a un mismo municipio cuya sede es Santa Victoria Este. En esta oportunidad el Intendente Municipal no se encontraba en el lugar, motivo por el cual no se lo entrevistó. Es notorio en esta comunidad el mayor peso político del senador y diputado respecto al intendente. Se dialogó con el Diputado que ofreció nombres de líderes comunitarios para establecer contactos.

Respecto a otras instituciones sociales, culturales o religiosas, salvo Santa Victoria que posee mejores instalaciones de salud, las otras localidades tienen pequeños centros de salud y funciona el sistema de agentes sanitarios. La mayoría de los problemas de salud se deben a la deficiente calidad, cantidad y utilización del agua y a la falta de medios adecuados para la eliminación de excretas y desperdicios. Además de otras enfermedades como chagas, cólera, dengue, brucelosis, existe déficit nutricional en niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad. En Santa Victoria Este existe un comedor comunitario que alimenta a los niños, atendido por una congregación de monjas que manifiesta que también se encarga de las madres que llevan sus niños diariamente. Se conoce de la diversidad de Iglesias de diferentes credos, pero no se observan templos de ninguno de ellos. La actividad deportiva se concentra en la localidad cabecera, que posee un complejo polideportivo de dependencia municipal, para los jóvenes del lugar. Generalmente está poco aprovechado. No existen clubes deportivos.

 

Percepciones y valoraciones de diferentes actores de la comunidad acerca de la educación

 

Se observa escasa circulación de los pobladores por calles y caminos. No se percibe el movimiento propio de los habitantes de una comunidad que realizan actividades individual o grupalmente. En el colegio secundario que aún mantenía actividades de fin de año, algunos alumnos se movilizaban solos, no se notó en ningún caso acompañamiento o intervención de los padres. En el albergue estudiantil aún permanecían algunos alumnos, a la espera de volver a sus localidades de origen.

La comunicación de personas extrañas o foráneas con los miembros de la comunidad es escasa. Aun siendo salvada la barrera idiomática (ya que hablan el español), sólo consideran interlocutores válidos a sus líderes. Son éstos quienes dialogan y, de ser necesario, dan información y sugerencias. Con ellos se acuerda y, por su intermedio, gestiona la comunidad. En Santa Victoria Este no se dialogó con ningún integrante de la comunidad. En Misión La Paz se habló con el secretario del cacique de la etnia Chorote, Sr. Alejo Gallardo; también intervino el Sr. González reconocido en la comunidad por sus trabajos de relator, narrador y traductor de su lengua materna. En Santa María el cacique de la comunidad, Sr. Menéndez, no se encontraba por lo que intervino una  vecina y luego se incorporó la delegada municipal Sra. Paula Luna, ambas corresponden al grupo de criollos.

En general, se aprecia gran dependencia de la población de los servicios sociales del Estado, tanto nacional como provincial. No evidencia autonomía en la toma de decisiones ni se manifiestan las motivaciones e incentivos necesarios para generar acciones conducentes a mejorar su calidad de vida, desde la misma comunidad.

La extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria requerirá, desde las instituciones habilitadas al efecto, un compromiso real con las comunidades y sus problemáticas a fin de preparar a los diferentes actores sociales para una mayor y mejor intervención en la realidad natural y social del contexto donde viven. Las  problemáticas que son propias de la comunidad y también tocan a las escuelas, son la carencia de servicios mínimos indispensables para el desarrollo humano con calidad de vida, la salud y la comunicabilidad. La institución escolar necesitará fortalecer la interacción con la comunidad, superando la visión “colonizadora” de la escuela que los grupos originarios han construido, producto de su experiencia en la escuela primaria. En Misión La Paz, los delegados comunales con los que se dialogó expresaron que conocen otras alternativas de acceso a la educación secundaria a través de dispositivos que pueden usarse solos o complementados con otros y están de acuerdo con cualquiera de ellos. De requerir la construcción o ampliación de  infraestructura se cuenta con espacio de propiedad del estado.

 

Análisis a partir de las categorías trabajadas

 

            A fin de concretar el objetivo central de esta presentación[30], se selecciona un conjunto de categorías teóricas perfiladas en diferentes trabajos de reflexión sobre: problemática rural, procesos de desarrollo rural y nuevas teorías sobre territorio[31]/territorialidad. Asimismo, se enuncian otras tantas categorías surgidas del trabajo con los tres casos bajo análisis y de la propia experiencia[32] “en” y “con” comunidades entendidas como rurales (ver cuadro 2 Anexo).

En un principio se supuso que estas categorías serían excluyentes para diferenciar lo rural de lo urbano pero en el proceso de análisis se advirtió que pueden formar parte de un marco referencial que, con ciertas especificaciones conceptuales y mediciones estadísticas más finas y detalladas (tales como la construcción de índices y los estudios de conglomerados –cluster analysis- que favorezcan la elaboración de tipologías), se podrían utilizar para establecer niveles y grados de imbricación de lo rural en lo urbano y de lo urbano en lo rural.

De la lectura cruzada entre los casos y las categorías trabajadas, se observan rupturas y continuidades en aquellos aspectos que permiten identificar y caracterizar la ruralidad, no obstante haberse producido una fuerte penetración de algunos rasgos de la modernidad: urbanización; industrialización, tecnologización y producción en masa; ruptura con la tradición; el desarrollo de los medios masivos de comunicación; el surgimiento de la clase empresarial; la burocratización; entre otros. En este sentido se observa:

 

a)   Pequeños grupos poblacionales con menos de 2000 habitantes y población dispersa, entre las que se producen relaciones de dependencia geo-política[33]. Esto supone que por la cercanía entre ellos, las relaciones de parentesco, las posibilidades de apropiación y uso de la tierra, el acceso al agua entre otros recursos, se van configurando asentamientos humanos de diferentes características y tamaños. Asimismo, dichas poblaciones se organizan y distribuyen en extensas porciones de territorio, lo que determina una baja densidad poblacional[34].

b)  Predominio de la actividad agropecuaria y explotación de la tierra como factor de producción. Las actividades agropecuarias no se han diversificado en los casos analizados ni han surgido procesos de industrialización, tal como en otras zonas rurales de la provincia (ej. Metán con la producción e industrialización del arándano o Güemes con la caña de azúcar). Dicha actividad está asociada a la agricultura familiar[35] y las economías de subsistencia de familias y comunidades, notándose la incorporación de algunos avances e innovaciones de la tecnología en uno de los casos, lo que podría favorecer[36], en el mediano y largo plazo, la explotación intensiva del suelo.

c)   En general, se utiliza mano de obra familiar tanto al interior de las economías domésticas como en su colaboración con la microeconomía local (por lo que reciben un salario). En algunos casos las familias y comunidades subsisten gracias a prácticas y tradiciones ancestrales (transmitidas intergeneracionalmente) que progresivamente tienden a desaparecer.

d)  Se produce una sobreexplotación de los recursos naturales sin advertirse prácticas de reposición o conservación. Ello se observa en el caso II, pero con mayor crudeza en el caso III. Si bien estas prácticas están asociadas con la preservación de la vida, al parecer se produjo una ruptura de los lazos armónicos hombre-naturaleza que datan de los orígenes de los pueblos indígenas. En el caso de las regiones que habitan las comunidades de Santa Victoria, la sobre-explotación de los recursos (Bosques) estuvo asociada a un interés comercial, sin que ello redundara en beneficio de los habitantes originarios.

e)   Estas poblaciones (agrupadas y dispersas) tienen un acceso limitado a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, no sólo por carencia de recursos económicos para adquirirlas sino por la falta de acceso a la energía eléctrica y a los sistemas de conectividad (antenas y pantallas satelitales) en partes del territorio provincial.

f)    Las comunidades que habitan el territorio de los casos analizados se encuentran conectadas con el resto del territorio provincial mediante redes viales. En el caso III, dichos caminos son mayormente de tierra y durante periodos de lluvias se tornan intransitables, haciendo difícil el ingreso y egreso con vehículos. Hoy, la mayoría de los parajes cuenta con accesibilidad mediante transportes públicos de pasajeros, aunque la periodicidad y frecuencia es irregular entre ellos.

g)  Los servicios educativos con que cuentan son, en su mayoría, de nivel inicial y primario. Con la extensión de la obligatoriedad educativa fueron creándose escuelas secundarias (algunas con formatos especiales, tales como la itinerancia) pero las condiciones de pobreza y exclusión (estructurales) por las que atraviesan estos grupos humanos dificultan el ingreso, permanencia y egreso del sistema, con resultados de calidad.

h)  Los servicios de salud de mediana complejidad no están presentes en las poblaciones analizadas, cubriéndose la atención médica en pequeños centros de salud. En algunas de ellas las personas deben trasladarse varios kilómetros al centro de salud más cercano o a la capital salteña. El rol que juegan los agentes sanitarios (como parte del programa provincial de atención primaria de la salud) es de probada importancia en la atención y educación sanitaria.

i)    No existen redes de cooperación social e institucional específicamente (e intencionalmente) conformadas con el fin de fortalecer los vínculos y lazos sociales. En los casos que existen son espontáneas, asociadas a algunas prácticas de subsistencia y/o vinculadas a la defensa de algunos derechos como la lucha por la propiedad de la tierra (en el caso de comunidades aborígenes o pueblos originarios).

j)     Finalmente, no se advierte (en los casos analizados) intervenciones públicas ni privadas que tengan como finalidad la dinamización del territorio ni un desarrollo local sustentable. Pareciera que esas comunidades siguen siendo parte de intervenciones con una lógica asistencialista y de cooptación por parte de los gobiernos, y de uso conveniente de los recursos y de la mano de obra por parte del sector privado.

 

Reflexiones finales

 

A partir de este breve recorrido conceptual y empírico se puede anticipar que el debate sobre la nueva ruralidad debe llevar a que los diferentes interesados en el destino de las poblaciones rurales desarrollen miradas renovadas sobre esta realidad. Para el mundo académico significa redefinir el objeto de estudio sobre lo que tradicionalmente se consideró como “lo rural”, vinculado estrictamente al ámbito de la producción agropecuaria y sostenido por una visión dicotómica y de tipos ideales contrapuestos: campo/ciudad, tradición/desarrollo, atraso/innovación. Una nueva visión debe abarcar un espectro mayor de actividades y privilegiar el tema de las relaciones sociales, abordadas desde aquello que le es propio a las disciplinas que traten sobre la cuestión (sociología, economía, antropología, etc.).

Algunas de las categorías trabajadas también pueden resultar útiles y necesarias para el análisis de las zonas definidas como urbanas. Ello nos lleva a inferir que no son excluyentes y que los procesos de globalización, penetración tecnológica, etc. produjeron modificaciones tanto en la vida de las ciudades como del campo, en lo rural y en lo urbano, que tornan difícil la tarea de “clasificar”[37] estas formas de organización y representación del territorio con criterios mutuamente excluyentes. En este sentido se comparte el argumento dado por De Grammont, H. (2008) respecto a la opacidad de los límites entre estos ámbitos y a los procesos de penetración e imbricación entre ellos. Son escenarios atravesados por una noción de las distancias modificada por el hábito de las experiencias migratorias, las conexiones virtuales, la conformación de comunidades despegadas del territorio, y la disolución de los clásicos límites entre la ruralidad y el espacio urbano”[38].

A partir de algunos datos de este trabajo, se observa que parece no haber mutua influencia entre los dos ámbitos sino predominio de uno sobre otro. Los aspectos (o rasgos de la modernidad) que caracterizan la vida en las regiones urbanas han tenido mayor peso relativo para modificar las formas de vida de la ruralidad. No obstante, existen características que aún nos permiten establecer algunas diferencias y actuar en consecuencia, tanto para la producción académica como para fines prácticos de políticas públicas.

Baja densidad poblacional, explotación de la tierra mediante actividad productiva agropecuaria, agricultura familiar con economías de subsistencia, precariedad de algunos servicios públicos y sociales (salud, educación, medios de transporte y comunicación), vínculos interpersonales de proximidad y familiaridad entre individuos, multifuncionalidad en el desempeño de algunos roles (médicos y docentes) y pluriactividad de las principales instituciones comunales (iglesia, escuela, centro de salud), son algunas de las características que históricamente configuraron a las comunidades rurales, dándoles rasgos identitarios que persisten hasta hoy.

Como síntesis de los casos analizados se observa un esquema social donde prevalece la precariedad, la pauperización y el acceso desigual a bienes y servicios materiales y sociales, sobre todo de políticas vinculadas al desarrollo rural que, a la vez, recuperen las prácticas locales y sean innovadoras y dinamizadores del territorio. Dicha situación no es atribuible sólo a los actores que la padecen sino (y principalmente) a la falta de políticas públicas que históricamente marcaron la escasa presencia del Estado en los sectores rurales.

Podemos afirmar que aún no se ha profundizado en el conocimiento de lo propio como fortaleza y se difunde una versión pintoresca que prioriza la vida en las ciudades más grandes y los recursos naturales de áreas y sectores privilegiados, a la vez que descuida el espacio rural de difícil acceso, aislado, incomunicado, con escasos servicios mínimos indispensables, en el que habitan pobladores con dificultades para subsistir. En las áreas de la provincia donde se ubica la población rural dispersa, y aún la rural agrupada de pocos habitantes, las problemáticas socioculturales, ambientales, demográficas, han adquirido una magnitud tal que requieren acciones de gobierno específicas para superarlas.

En estas comunidades se requiere enriquecer el capital social y generar relaciones de confianza entre sus habitantes, a la vez que pensar proyectos de desarrollo para atraer y retener personas y recursos estratégicos para la región y que, simultáneamente, fomenten la creatividad de las personas, la innovación y el acceso a la sociedad del conocimiento. Las políticas para el sector deben partir de considerar a la educación como un factor importante para el desarrollo rural y la reducción de la pobreza, así como su contribución al arraigo de las comunidades. La extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria debería pensarse de modo que le imprima a este tipo de comunidades un carácter eminentemente dinamizador, preparando a los diferentes actores sociales para una mayor y mejor intervención en la realidad natural y social del contexto donde viven.

Se trata de parajes donde hay mucho por hacer en relación a los recursos de que disponen y a las actividades humanas que realizan, con miras a mejorar la calidad de vida. Los docentes requerirán estar preparados para el ejercicio eficaz de su rol en un contexto sumamente diferente de los que generalmente son originarios.

Por todo lo expuesto, analizar y comprender “lo rural” se torna tarea prioritaria como parte de los procesos de planificación, administración y evaluación de los sistemas educativos. En ello deben conjugarse una mirada de lo macro-social, como desafío para mantener la unidad del sistema, y de lo micro-social, como estrategia para recuperar la identidad de las comunidades y grupos locales e impulsar un desarrollo sustentable del territorio.

 


 


ANEXO

 

Cuadro 2: Análisis de los casos, según categorías teóricas y empíricas (o emergentes)

Þ              En rojo se enuncian las categorías de análisis emergentes del proceso de reflexión y análisis.

Þ              En negro se enuncian las categorías surgidas del material bibliográfico consultado.

 

Categorías de análisis

Caso

I

Caso

II

Caso

III

OBSERVACIONES

1.      Cantidad de habitantes (igual o menor a 2.000 habitantes)

X

X

X

 

2.      Densidad poblacional [39] (menor a 90 h/km2 en Salta)

X

X

X

 

3.      Actividad productiva predominante (agricultura y ganadería)

 

 

 

 

a) En mayor escala y comercialmente

 

X

 

 

b) Para la subsistencia y el autoconsumo

X

X

X

En el caso III subsisten principalmente de los subsidios del Estado

4.      La tierra como factor de producción

X

X

X

 

5.      Uso de prácticas ancestrales para la producción y el consumo local

X

 

X

En extinción progresiva en el caso III

6.      Nuevos factores incorporados a la producción agrícola-ganadera (tecnologización)

 

X

 

 

7.      Industrialización de la producción primaria de procedencia rural

 

 

 

 

8.      La mano de obra familiar en la subsistencia y autoconsumo

X

X

X

 

9.      La mano de obra familiar en la producción y economía local

 

X

 

 

10.   La pluriactividad y la multifunción como fuentes de ingresos locales

 

X

 

 

11.   Uso y explotación de los recursos naturales como medio de subsistencia de las familias

X

 

X

En el caso III se da la recolección de leña y pesca. No cultivan la tierra.

12.   Uso y explotación de los recursos naturales con fines comerciales

 

X

X

En el caso II mediante la producción agropecuaria y en el III mediante la explotación del bosque (madera)

13.   Acceso a servicios educativos básicos –primarios- (principalmente públicos)

X

X

X

Actualmente hay instituciones secundarias en los tres casos (con diferentes formatos).

14.   Acceso a servicios de salud básicos –centros de salud- (principalmente públicos)

X

X

X

En los tres casos cobran un papel relevante los agentes sanitarios.

15.   Acceso a servicios básicos (electricidad y agua potable)

 

X

 

 

16.   Acceso a servicios propios de los procesos de urbanización (gas y redes cloacales)

 

 

 

 

17.   Acceso a sistemas de información y comunicación (radio, televisión, periódicos, teléfono)

 

X

X

En el caso III se produjeron experiencias relevantes con la radio comunitaria.

18.   Acceso a sistemas de información y comunicación (internet, telefonía celular)

 

 

 

En los tres casos hoy escaso acceso

19.   Existencia de redes viales

X

X

X

En los caso I y III son precarias

20.   Existencia de redes de transporte

 

X

 

En los casos I y III no existe transporte público.

21.   Coexistencia de grupos humanos étnicamente diversos

X

 

X

 

22.   Coexistencia de grupos humanos culturalmente diversos

X

X

X

Ello es posible por la presencia de población local (diversa) y de otros habitantes no originarios (productores, docentes, turistas que se afincan en algunos lugares, entre otros).

23.   Procesos de construcción, configuración y ocupación del territorio local

 

 

 

 

a) Existencia de redes de interacción y cooperación social e institucional

X

 

 

En el caso I algunas propiciadas por la autoridad política.

b) Existencia de vínculos humanos estables y lazos de solidaridad

X

X

 

En el caso III existen grandes conflictos por la tierra y otros conflictos entre grupos étnicos diferentes (criollos-aborígenes)

c) Uso adecuado de los sistemas naturales y ambientales

 

 

 

En el caso I hay sobreexplotación

d) Coexistencia armónica de los sistemas naturales y humanos

 

 

 

En el caso III pareciera haber mayor armonía.

e) Innovación y dinamización del territorio

 

 

 

No se observan acciones.

 



[1] Ideas rescatadas de: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Salta - Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación -DINAPREI-, Plan Estratégico para el Desarrollo Educativo del Nivel Secundario en la Provincia de Salta, Gráfico, Salta, 2011.

[2] En el marco del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Córdoba y vinculado al Proyecto Nº 2188 del Consejo de Investigación de la Universidad Nacional de Salta.

[3] Dirven, Martine, “Problemas de definición, medición y uso de cifras sobre ‘lo rural’ y ‘lo agrícola’”. Entre reflexiones serias e irresponsabilidades de diletante, Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, Santiago de Chile, 2004 (Inédito).

[4] Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, “Revisión del concepto de ruralidad en la Argentina y alternativas posibles para su redefinición”, Serie Estudios e Investigaciones, Nº 15, 2008.

[5] Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, 2008, Ob. Cit. pp. 2-3.

[6] El entrecomillado es propio.

[7] Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, 2008, Ob. Cit. p. 7

[8] Gómez, Sergio, “Nueva Ruralidad (fundamentos teóricos y necesidad de avances empíricos)”, en Seminario Internacional “El mundo rural: transformaciones y perspectivas a la luz de la nueva ruralidad”, Bogotá, 2003.

[9] Se adopta en los tres subtítulos que siguen (y a los fines de introducir a la problemática) las dimensiones de análisis aportadas por Gómez, Sergio, 2003, Ob. Cit.

[10] Abramovay, Ricardo, “Funções e medidas da ruralidade no desenvolvimento contemporâneo”, Texto para Discussão, Nº 702, 2000, pp. 1-31.

[11] Castro, Hortensia y Reboratti, Carlos, 2008, Ob. Cit.

[12] Dirven, Martine, 2004, Ob. Cit.

[13] Faiguenbaum, Sergio y Namdar-Iraní, Mina, “Definiciones oficiales de “rural y/o urbano” en el mundo”, en Documento de Trabajo Interno efectuado para la Unidad de Desarrollo Agrícola, CEPAL, Santiago de Chile, 2005 (Inédito).

[14] Mançano Fernandes, Bernardo, Las configuraciones de los territorios rurales en el siglo XXI, Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2009, pp. 35-66.

[15] Mançano Fernandes, Bernardo, Movimientos socioterritoriales y movimientos socioespaciales. Contribución teórica para una lectura geográfica de los movimientos sociales, http://web.ua.es/en/giecryal/documentos/documentos839/docs/bmfunesp-5.pdf. Consultado el 27/09/2015.

[16] Paz, Raúl, “Agricultura familiar en el agro argentino: una contribución al debate sobre el futuro del campesinado”, European Review of Latin American and Caribbean Studies, 91, Amsterdam, Ed. CEDLA, 2011, pp. 49-70.

[17] La denominación “espacios rurales” en plural es intencional. Ello en consonancia con una nueva mirada en la que se parte del supuesto que así como no hay un territorio sino pluralidad de ellos (Mançano Fernandes, Bernardo, 2009, Ob. Cit.) tampoco hay una única ruralidad sino tantas posibles según se combinen prácticas productivas y sociales, desarrollo institucional, características poblacionales, entre otros variables.

[18] Gómez, Sergio, 2003, Ob. Cit.

[19] Bartolomé, Miguel A., “Movimientos Indios en América latina: los nuevos procesos de construcción nacionalitaria”, Serie Antropología, Nº 321, 2002, p. 19.

[20] De Grammont, Hubert, “El concepto de nueva ruralidad”, en Perez, Farah y De Grammont Hubert (compiladores), La nueva ruralidad en América Latina. Avances teóricos y evidencias empíricas, Bogotá D.C., Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2008, pp. 23-44.

[21] De Grammont, Hubert, 2008, Ob, Cit., p. 26.

[22] Se puede definir al estudio de casos como un método de investigación de gran relevancia para el desarrollo de las ciencias humanas y sociales, que implica un proceso de indagación caracterizado por el examen sistemático y en profundidad de casos de entidades sociales o entidades educativas únicas. La nota distintiva del estudio de casos está en la comprensión de la realidad objeto de estudio: "El estudio de casos es el estudio de la particularidad y de la complejidad de un caso singular, para llegar a comprender su actividad en circunstancias importantes" (Stake, Robert, Investigación con estudio de casos, Madrid, Morata, 1998, p. 11).

[23] Inicialmente, se las identifica como rurales según el criterio censal (estadístico), por el número de habitantes. Según este criterio las poblaciones rurales son aquellas que tienen hasta 2000 habitantes.

[24] Los resultados del estudio obran en Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Salta - Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación-DINAPREI-, 2011, Ob. Cit., pp.175-197.

 [25] Se alude a dispositivos pedagógicos o estrategias no convencionales de educación (tales como los sistemas de alternancia, itinerancia y el uso de las TICs -Tecnologías de la Comunicación e Información-) que reemplacen al edificio escolar y el espacio áulico formal con personal docente dedicado diariamente a la tarea de educar.

[26] Torkel Karil, Catalán y Coirini, “La Naturaleza y el Hombre en El Chaco Seco”, Proyecto G.T.Z. Desarrollo Agroforestal en Comunidades Rurales del Noroeste Argentino, Universidad Nacional de Córdoba, 1994.

[27] Torkel Karil, Catalán y Coirini, 1994, Ob. Cit.

[28] Se recomienda que las acciones a llevar a cabo en comunidades de este tipo se basen en un estudio pormenorizado de los distintos factores intervinientes en esta relación de conflicto, ya que aquí se abordan sólo como parte del contexto relativo a un estudio de caso. Esta sugerencia se realiza con el fin de evitar que las decisiones tomadas luego sorprendan por sus efectos. Las problemáticas de índole sociocultural requieren que se las atienda desde la singularidad que les es propia.

[29] Ejemplo de ello son los escasos establecimientos agrícola-ganaderos -sólo dos- que se encuentran al entrar al departamento Rivadavia y sobre la ruta de acceso. Igualmente, sobre un lado y otro de dicha ruta y con una extensión aproximada de 12 Km., se ubican terrenos de propiedad de ARCOR S.A., los que fueron cercados con alambrado. Tierras que aparentemente tienen carácter de reservas, dada la entrada de personas que devastan el bosque nativo.

[30] Poner en tensión algunas categorías teóricas sobre ruralidad, en un interjuego con otras categorías emergentes del estudio de casos, y realizar lecturas explicativas respecto a la impronta que podría darle al análisis en el campo educativo.

[31] “Los territorios rurales se definen como espacios geográficos, cuya cohesión deriva de un tejido social específico, de una base de recursos naturales particular, de unas instituciones y formas de organización propias, y de determinadas formas de producción, intercambio y distribución del ingreso que les dan especificidad regional” (Delgadillo Macías, Javier,Nueva institucionalidad e impulso a redes territoriales para el medio rural mexicano”, Conferencia llevada a cabo en la Universidad de Alicante, España, marzo de 2007).

[32] Parte de esa experiencia se plasma en un trabajo de indagación en zonas rurales de Argentina, mediante el análisis de un proyecto educativo implementado en la década de los 90, como parte del Plan Social Educativo creado en 1993, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Dicho trabajo se publica en: Romero, Nestor Hugo, Políticas para la descentralización educativa en Argentina. El caso del Proyecto 7 del Plan Social Educativo, Salta, EUNSa,  2015.

[33] Se refiere a la conformación histórica de los pueblos en relación con el territorio geográfico que ocupan y los factores económicos y raciales que los caracterizan.

[34]  La densidad poblacional es, a nuestro criterio, un indicador de valor relativo para determinar si se trata de poblaciones rurales o urbanas, y debe ser estudiado con mayor detenimiento. No obstante, utilizado de forma combinada con otros indicadores cobra sentido explicativo.

[35]“La agricultura familiar representa una visión ideológica del mundo que se contrapone a la perspectiva hegemónica del capitalismo y por lo tanto constituye un sector agrario capaz de llevar adelante, en su rol activo y en conjunto con otros sectores de la economía, un diseño político de país que se complemente o compita con el modelo agroexportador” en Paz, Raúl, “Agricultura familiar y sus principales dimensiones: la pampeanización del término”, Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios, Nº 41, 2014, p. 8.

[36] Cuando se utiliza esta expresión no estamos haciendo un juicio de valor respecto a las consecuencias de la explotación intensiva de la tierra, sólo se alude a los efectos de la incorporación de nuevas tecnologías en la producción agropecuaria.

[37] Considero que el trabajo con tipologías (propuestas tanto por Paz 2011 como por Mançano Fernandes, 2009) favorecería una mirada organizadora de la “ruralidad” y permitiría armar agrupamientos en los que se destaquen ciertas características o rasgos importantes a la hora de diseñar políticas, programas y evaluar resultados e impactos; tal podría ser el caso de la extensión de la obligatoriedad de la educación secundaria en zonas rurales de la provincia de Salta.

[38] SITEAL / IIPE – UNESCO / OEI, “La escuela y los adolescentes”, Informe sobre Tendencias Sociales y Educativas en América Latina 2008, Buenos Aires, Talleres Trama S.A., 2008, p. 148.

[39]Según el Banco Mundial (2005) se considera como rurales a las poblaciones con una densidad menor a 150 h/km2, entre otras variables. En función de esta medida en Salta todos los departamentos serían considerados rurales, salvo Capital con 311,3h/km2. Si se analiza por localidades la densidad poblacional oscila entre 0,1 y 90 h/km2, destacándose grandes concentraciones de población en grandes extensiones de territorio y a la inversa (con gradaciones intermedias) que presentan características propias de la ruralidad. Por ello, esta variable se torna imprecisa (por sí misma) para definir “lo rural”. No obstante se la incluye en el análisis.