LIBERALISMO Y PODER. LATINOAMÉRICA EN EL SIGLO XIX

 

 

Jaksic, Ivan y Eduardo Posada Carbó

Editorial Fondo de Cultura Económica,

 Chile, 2011, 340 páginas.

 

 

El liberalismo es una palabra operativa de la cultura política en los países latinoamericanos durante el siglo XIX. Sus definiciones, contornos y rasgos distintivos desde una perspectiva comparada, constituyen el tema central de los ensayos críticos que componen el libro.

 

Natalio Botana presenta esta obra fruto de las ponencias del seminario internacional “El liberalismo latinoamericano del siglo XIX” convocado por la sede chilena del Bing Overseas Studies Program de la Universidad de Stanford, con el patrocinio del Centro de Estudios Latinoamericanos de esa misma casa de estudios y el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El autor advierte sobre la complejidad del vocablo y la gama de significados que alcanza en el espacio latinoamericano a partir del cruce de interpretaciones que circulan desde tiempos de la independencia. El plexo de significaciones que busca responder a los desafíos políticos de esas circunstancias, se pone en relieve en los trabajos contenidos en este volumen, que analizan los procesos históricos en México, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Chile.

 

El primer capítulo se abre con una presentación introductoria de Iván Jaksic y Eduardo Posada Carbó, el cual refiere a la necesidad de una continua revisión del liberalismo y en particular, del liberalismo político tema que trata el trabajo colectivo del libro. “Naufragios y sobrevivencias” destaca que el examen comparativo de los casos históricos bajo estudio, permite dar cuenta de la posición hegemónica del liberalismo o en disputa con otras ideas, de las manifestaciones convergentes y divergentes en la región, a más de la necesidad de un ajuste conceptual del vocablo y del análisis de los ritmos de su evolución política, no siempre coincidentes con la historia intelectual.

 

En el segundo apartado, “Las variedades del liberalismo europeo”, Stuart Jones aborda con agudeza los aspectos concretos al interior de la tradición liberal decimonónica británica y francesa. El autor hace referencia a las tendencias historiográficas de las últimas décadas que desmontan la claridad del liberalismo preciado como ideología laica y expresión política de la Ilustración. En esta línea, la aproximación a las narraciones clásicas sobre el liberalismo de libre mercado, el sentido de la libertad antigua y la libertad moderna, las categorías éticas, las prácticas gubernamentales y el avance de una “ciencia de la política” en un marco de objetividad científica de principios del XIX, le permiten dar cuenta de la flexibilidad de los recursos teóricos y prácticos del liberalismo como un estilo político alejado de la sistematización.

 

El siguiente trabajo, “El primer liberalismo español y su proyección hispanoamericana” de Roberto Breña, pone de relieve los pasos iniciales de la doctrina en el espacio iberoamericano examinando los sucesos acaecidos en la península en el sexenio 1808-1814 y que dieron lugar a transformaciones políticas e ideológicas. Breña examina aspectos de las corrientes doctrinales que constituyen el ideario liberal decimonónico y bosqueja su influjo y complejidades en Hispanoamérica durante la etapa emancipadora. Acentúa asimismo las contribuciones de la historia conceptual y de la historia del lenguaje político que permiten esclarecer el vocabulario utilizado en el periodo histórico que surge de la crisis dinástica.

 

“Los primeros liberales: el nacimiento de un proyecto nacional (Venezuela, 1810-1840)” de Tomás Straka, abre un grupo de investigaciones que se circunscriben al espacio atlántico. El análisis de la literatura que circula en la época y los testimonios de los principales exponentes del liberalismo temprano venezolano, le permite a Straka destacar la compleja recepción de las ideas modernas ultramarinas en los pensadores locales y las dificultades de su relación con el republicanismo, en particular en la evolución del ideario bolivariano.

 

José Antonio Aguilar Rivera reflexiona sobre el pensamiento político mexicano y sus  rasgos preponderantes en “Tres momentos liberales” durante el siglo XIX. Observando las convergencias entre liberales y conservadores, en primera instancia alude a los intelectuales que intervienen en el diseño institucional temprano y a los privilegios corporativos consensuales con el liberalismo constitucional; en segundo término, pasa revista al debate teórico sobre el sistema representativo de mediados de siglo, considerado el período liberal por excelencia; luego, aborda la metamorfosis de los tópicos liberales con los preceptos positivistas en el último tercio de la centuria.

 

Continuando la temática, Eduardo Posada Carbó inicia el examen de “La tradición liberal colombiana” a través de una selección de textos de autores representativos para indagar los rasgos sobresalientes y los giros ideológicos del liberalismo. Los ritmos del liberalismo que Posada Carbó analiza le permiten identificar tres momentos del ideario que se suceden en el arco temporal que aborda. A más de la influencia de intelectuales extranjeros, el autor considera la importancia de la lectura que de ellos hacen los pensadores colombianos y de los fundamentos valorativos que permiten el avance de la doctrina liberal.

 

En el siguiente apartado Iván Jaksic y Sol Serrano recorren “La ruta del liberalismo chileno” a partir de una selección historiográfica. Los autores destacan la peculiar permanencia de expresiones regalistas heredadas del pasado colonial en el liberalismo republicano y la tensión con elementos conceptuales que inspiran las reformas políticas institucionales. La aplicación de recursos legales para lograr el equilibrio conveniente entre el orden y la ampliación de las libertades y derechos individuales, dan paso en las últimas décadas del XIX a la construcción de un sistema político pluralista.

 

“Los dilemas del liberalismo en el Perú, 1822-1872” y su imbricada relación con el republicanismo y el militarismo, es el tema que Carmen Mc Evoy desarrolla en el capítulo que continúa. La autora repasa las complejidades de la República jacobina, las estrategias corporativas y la relación con “retazos” del lenguaje liberal en la República militarizada y el diseño político del Estado guanero. Evoy enfatiza la renovación del ideario republicano liberal en el civilismo y la singularidad del accionar económico conforme a grupos de interés que permiten la construcción política de la República práctica.

 

Jeffrey D. Needell en “Las vicisitudes del liberalismo durante la monarquía brasileña” reflexiona sobre las peculiaridades del origen y formación de partidos en el Imperio. La importancia de la ideología como clave de análisis para los procesos históricos que transcurren entre 1822 y 1889, le permite a Needell dar cuenta de la permeabilidad del horizonte doctrinario y de las discrepancias entre los ideales que modelan el liberalismo y conservadurismo; diferencias partidarias e ideológicas que considera decisivas durante la Regencia y el Segundo Reinado. Entiende que el examen le permite superar los resultados de estudios tradicionales que enfatizan el impacto de la monarquía, los enfrentamientos de los partidos por el poder y el clientelismo.

 

El estudio de casos se cierra con “Liberalismo y ensayos políticos en el siglo XIX argentino” escrito por Paula Alonso y Marcela Ternavasio. Considerando los aportes de investigaciones recientes, las autoras examinan la articulación entre representación política y distribución de poder en el Río de la Plata, desde la coyuntura posrevolucionaria a finales de la centuria. Los dos principios fundamentales del ideario liberal que analizan y los diversos mecanismos de articulación partidaria, posibilitan una relectura de los sucesivos ensayos políticos durante el “momento republicano” y el “momento constitucional” decimonónicos que dieron lugar a la construcción de la nación.

 

En el Epílogo, Frank Safford repasa algunos tópicos que los autores exponen en el libro, alude al legado liberal del siglo XIX a pesar de los altibajos sufridos y si bien el eje de análisis en la presente obra es el liberalismo político, considera su relación con el liberalismo económico que funciona como un elemento importante en la libertad individual.

 

La rigurosidad de los trabajos que se presentan en Liberalismo y poder profundiza el conocimiento sobre el liberalismo latinoamericano. El examen de las singularidades del nuevo ideario en los países que se estudian en clave espacial comparada, enriquece la capacidad analítica, además, las generosas citas a pie de página aportan una significativa bibliografía complementaria sobre la temática que se desarrolla.

 

 

Liliana Alicia Díaz

ISHIR (CONICET)-UNR