LAS PRÁCTICAS DE RESISTENCIA Y AUTOGOBIERNO DE LA
UNIÓN DE TRABAJADORES DESOCUPADOS DE GRAL. MOSCONI-SALTA: APROXIMACION CRÍTICA
Cora Paulizzi[1]
1. A modo
de Introducción
El presente artículo pretende analizar cómo, singularmente[2],
entre “aciertos y astucias” se configura y
re-configura la Unión de Trabajadores Desocupados de Gral. Mosconi (UTD), en la provincia de Salta. Desde un enfoque
crítico, se parte del supuesto de que
UTD resiste entre y frente a las racionalidades políticas y los
programas de gobierno[3]
dispuestos en torno de las poblaciones pobres[4]
desocupadas, ante todo, desde 1997 hasta la actualidad (2013).
Para
realizar dicho trabajo se recuperan algunas herramientas teórico-metodológicas
provenientes del ensamblaje foucaultiano. Ante todo,
el modo de concebir el poder desde una perspectiva heterárquica,
según la traducción de Castro Gómez al respecto: “…Las heterarquías son estructuras complejas en las cuales no
existe un nivel básico que gobierna sobre los demás, sino todos los niveles
ejercen algún grado de influencia mutua (…) atendiendo a coyunturas históricas
específicas”[5].
Esto permite vincular los diferentes niveles, en torno de los cuales se
configuran y ponen en juego las relaciones de poder. A partir de lo cual las
prácticas[6]
de gobierno, autogobierno y resistencia son pensadas desde un enfoque no dialéctico, sino “heterogéneo y estratégico”, esto es de:
“la conexión de lo heterogéneo y no (…) la
homogeneización de lo contradictorio”[7].
Acorde a lo antedicho, las relaciones de poder y resistencia se
entrecruzan, yuxtaponen, multiplican, según Foucault:
Si no hubiera resistencia no habría relaciones de poder. Todo
sería una cuestión de obediencia. Desde el instante en el que el individuo está
en situación de no hacer lo que quiere, debe utilizar relaciones de poder. La
resistencia se da en primer lugar y continua siendo superior todas las fuerzas del proceso, bajo su efecto
obliga a cambiar las relaciones de poder. Considero por tanto que el término
“resistencia” es la palabra más importante, la palabra clave de esta dinámica[8].
Así como el poder es el punto terminal de una
multiplicidad de relaciones de fuerza, las resistencias son múltiples en la
medida en que se producen en esa multiplicidad de relaciones de poder[9].
Estas prácticas se codifican en dispositivos[10],
que cobran formas singulares en el trazo de los movimientos sociales en América
Latina.
Considerando
que la UTD Mosconi está siendo entre y frente a las
prácticas de gobierno dirigidas a las poblaciones “pobres/excluidas” ante todo,
esta perspectiva analítica en torno de la gubernamentalidad
permite analizar la relación entre gobernados y gobernados, partiendo del
principio ontológico de la libertad. En tanto, el ejercicio del poder al modo
de gobierno supone y se realiza como un “juego estratégico entre libertades”: “No he
querido decir, por tanto, que estamos siempre entrampados, antes bien, al
contrario, que como siempre libres”[11]. Así las relaciones entre poder y
resistencia implican la posibilidad del “no a ser gobernados de ciertos modos”,
así como la “aceptabilidad” de diferentes programáticas de gobierno, y/o la
transacción creativa.
Así, siguiendo
a Giraldo Díaz[12] la
resistencia también se vincula con la vida, con la creación en la medida en que
el ingreso de la vida en la historia supuso constituirla como plataforma de las
luchas políticas y económicas, proceso que se desarrollo con el surgimiento y
expansión del capitalismo. Para Giraldo Díaz, Foucault entiende la resistencia
como: “…un proceso de creación y
transformación permanente; la resistencia no es una sustancia y no es anterior
al poder, es coextensiva al poder, tan móvil, tan
activa y tal productiva como él, existe como despliegue de fuerza, como lucha…”[13]
En tal
sentido, parafraseando a Foucault, se trata
de poner en juego “fuerzas creadoras”
para: “…crear modos de vida…”[14]
. Lo cual conlleva al problema de la “identidad”, que: “…no es más
que un juego.”[15], la identidad no es una cláusula, no impone
límites, sino que insta la fuerza creadora de la renovación y recreación
constantes.
Por tanto, no se trata de develar una identidad “piquetera”,
sino de analizar las prácticas que permiten ejercicios cotidianos de
diferenciación y afirmación, en el estar siendo[16]. En tal sentido, es posible comprender las transformaciones - locales y
cotidianas- por parte de la UTD, ya que “…la resistencia no es
únicamente una negación: es un proceso de creación; crear y recrear,
transformar la situación, participar en el proceso, eso es resistir”[17].
También, para realizar lo propuesto se recuperan
algunos tramos del pensar de De Certeau,
tal es el caso de la noción de astucia[18],
la cual remite a la “metis”
griega, comprendida como ardid: “…sabiduría práctica del
sujeto, (…) Se aproxima a las tácticas cotidianas por medio de sus mañas, sus
destrezas y sus estratagemas, y por el abanico de conductas que abarca, desde
las habilidades prácticas, hasta la astucia” [19].
Puntualmente,
en el caso planteado se considera que las tácticas de la UTD Mosconi, en tanto prácticas cotidianas y “arte del débil”
(De Certeau, 2000), se ponen en juego con diferentes
lógicas a las dispuestas aunque, en la construcción de campos transaccionales[20],
se utilicen iguales herramientas e incluso se respeten ciertas reglas. Sin
embargo los diagramas de poder/gobierno cobran formas diversas en el tejido
múltiple y abierto de las resistencias. Ante
todo, porque en el juego, parafraseando al Sub Comandante Marcos, “de
re-existir”, la UTD no lucha “por el poder”.
En tal sentido se construye la “autonomía”
de la UTD, que se materializa en diferentes prácticas de autogobierno, en tanto
la autonomía es posible en las tramas relacionales que la UTD va tejiendo y
que, a su vez, van constituyendo a la UTD como una organización en movimiento,
no necesariamente “contrahegemónica o dependiente”.
En tanto, dichas tramas de relación se construyen en torno del principio
ontológico de la libertad, mientras que, siguiendo a Castoriadis
la autonomía es una “apertura y una ruptura”: “…significa alterar el "sistema" de
conocimiento y de organización ya existente, significa pues constituir su
propio mundo según otras leyes y, por lo tanto, significa crear un nuevo eidos (forma) ontológico, otro sí-mismo diferente en otro
mundo”[21].
Esto supone un ejercicio de “autotransformación, así
como de autogobierno y autogestión”, según el autor, que se construyen y cobran
formas diversas sin recibir órdenes y normas desde el exterior - partidos,
sindicatos, Estados, etc-; a partir de lo cual se
pone en juego un diagrama “heterónomo” de organización, en sentido amplio, que
se sostiene y posibilita en el ejercicio de la libertad constitutiva de las
prácticas cotidianas, locales y, ante todo, finitas de las organización y de
cada uno de sus integrantes.
Por último, también son recuperados algunos tramos del camino del pensar de
Rodolfo Kusch[22],
ante todo la noción de “acierto”, la cual
se formula desde un supuesto de no dar por supuesto un fundamento
cierto, a partir de lo cual se trata, ante y entre la interpelación de las
realidades y sentidos que configuran y constituyen sujetos y verdades, de
proponerse, lúdicamente, el salto y las resoluciones a los problemas cotidianos
mediante prácticas astutas.
El
presente artículo supone un abordaje metodológico cualitativo, de perfil
etnográfico y genealógico[23]. Lo antedicho se realiza en el trazo de una “ontología del presente”, a partir de
la cual la intención es analizar formas de poder y resistencia, que aún hoy en
día se constituyen re-configurándose,
siendo posible: “... establecer la singularidad
de nuestro presente; indagar porqué hemos llegado a ser lo que somos y no otra
cosa”[24],
En
torno del enfoque genealógico es posible señalar que:
Al
desustancializar y desfuncionalizar
las relaciones de poder, se puede aprehender su genealogía: es decir, su manera
de formarse, conectarse, desarrollarse, multipicarse,
transformarse a partir de algo muy distinto de sí mismo (…) de procesos que son
en absoluto relaciones de poder[25].
En correlación a una genealogía de
las prácticas, se propone un ejercicio etnográfico[26]
de investigación centrado en el estudio de caso, a partir de la realización de
entrevistas en profundidad, entrevistas abiertas, grupos focales, talleres,
registros fotográficos y gráficos, entre otros.
Se
trata de reconstruir los mecanismos y las lógicas puestas en juego en el
proceso de subjetivación, des-sujeción, re-subjetivación y objetivación
instalados en torno de las prácticas de gobierno, autogobierno y resistencia,
considerando que se modifican constantemente en su relación mutua y, por lo
tanto, modifican el campo de experimentación. Pues, para poder investigar la
constitución subjetiva y objetiva histórica, se parte de las prácticas
concretas, a través de las cuales el sujeto se constituye dentro de un campo de
conocimiento[27].
1-a. Errape: Encuentros y desencuentros
Acorde a lo antedicho, entonces, el presente
artículo pretende no seguir pensando la resistencia bajo los vectores de la
conciencia de clase, la ideología, el sujeto histórico y las prácticas
revolucionarias, pues la complejidad y heterogeneidad de la analítica del poder
se traslada a las resistencias. Lo que interesa analizar, siguiendo a Giavedoni[28]
es, no una definición de resistencia, sino las configuraciones de poder de las
sociedades contemporáneas en términos de desubjetivación-resubjetivación,
así como de “decir no” a ciertos modos de ser gobernados y de re-configurar los
espacios y territorios de vida.
En tal sentido, el presente artículo se teje en un
dialogo crítico con las diferentes perspectivas de investigación, que desde las
ciencias sociales han trabajado la cuestión “piquetera” desde los enfoques de la
acción colectiva[29], los ciclos de
acción[30], repertorios
de acción, así como de la protesta social[31].
En
Argentina, el repertorio de investigaciones en las ciencias sociales, en torno
del proceso de lucha de las organizaciones de trabajadores desocupados y el
fenómeno “piquetero” definió, ante todo a este último, como un indicador de la
transformación de los repertorios de acción colectiva. Según el sociólogo argentino Schuster
la acción colectiva contiene desde el pago de impuestos a la huelga, desde la
construcción de una cooperativa barrial a una revolución, desde la organización
de un acto escolar a la edificación de
movimientos sociales. En síntesis: “cualquier acción que
requiere la participación cooperativa de al menos dos individuos para su
realización” [32].
Sin embargo, luego de la crisis de fines
de los 90´ e inicios del 2000, algunas líneas de investigación postmarxistas,
sin dejar de analizar los proceso de lucha como acciones colectivas, realizan análisis del movimiento de trabajadores
desocupados a partir de una reconfiguración de la clase trabajadora, en tanto
proletariado pobre, plebeyo o popular. Ante todo, se considera que estos
enfoques aportaron un valioso conocimiento sobre los mecanismos del sistema
político para procesar demandas, así como sobre los cambios en los sentidos y repertorios
de acción colectiva.
Acorde a lo planteado en el presente
artículo, si bien se reconoce la riqueza y el nutriente otorgado por los
trayectos de investigación antedichos, a partir de lo cual se recuperan ante
todo
los diferentes trabajos
realizados en torno de las perspectivas antropológicas[33]
y sus vinculaciones con las prácticas cotidianas, las tramas de relaciones
múltiples, las prácticas de resistencia. Así como, se retoma lo propuesto por el trabajo sociológico de Wahren[34],
considerando, ante todo que dicha propuesta de investigación diversifica la analítica
de la acción colectiva desde un enfoque de territorialidad. También, el
trabajo genealógico sugerido y realizado por Benclowicz[35],
permite un acercamiento al movimiento piquetero norteño desde una práctica
crítica de reconstrucción histórico-analítica, que amplía los horizontes de la
acción colectiva, en tal sentido.
Puntualmente, la toma de distancia
crítica remite a ciertas decisiones teórico/epistemológicas entre las derivas
de la investigación, ante todo respecto de la noción de “acción”, así como de los
modos de concebir el poder. A partir de lo cual, se sugiere que dichos
enfoques no ponen en cuestión lo que Foucault[36]
señala, en sus críticas- a los marxismos -como “la funcionalidad económica del
poder”. Ante todo, porque se realizan en torno de una representación
“jerárquica del mismo”, con herencias del estructuralismo y el marxismo. En tanto, se parte del supuesto de el poder se
posee, se acumula, se impone y se usa, se construye desde arriba hacia abajo
o a la inversa. Poder este, que en manos
de quienes luchan, protestan y se revelan posibilitaría, en la corta y/o larga
historia, transformaciones identitarios (de hábitos, culturales y políticas),
de organización, de demandas; así como, en algunos casos la “emancipación” de los sujetos colectivos. Mientras
que, desde la perspectiva heterárquica del poder se
considera que los diferentes niveles y lógicas se entrecruzan y superponen- sin
subsumirse real y definitivamente- de modos múltiples, heterogéneos y siembre
abiertos.
En
igual sintonía, los enfoques centrados en la acción colectiva no escapan a la
perspectiva de la “acción”, con herencia weberiana y
marxista, en torno del sujeto racional y libre, capaz de cobrar conciencia de
su situación, condición y clase. En tal sentido, se instala la colectivización
de la conciencia, que adviene “individual colectivo”, según procesos de cambios
atravesados por conflictos específicos, por lo general de corte estructural
condicionante. Mientras que, acorde a lo propuesto en el presente artículo se
parte de un estudio, no centrado en el poder al nivel de la ideología y el
sujeto “substante” sino de las prácticas[37]. El sujeto es resultado y
efecto de prácticas, vinculares y ensambladas- de gobierno, de resistencia, de
lucha-, no hay un sujeto preexistente que se ve constreñido por un poder que se
abate sobre su autonomía y libertad, una esencia que debe pujar por emerger en
medio de un mar de constreñimiento. Entonces, el poder no reprime, o no sólo
reprime, sino que produce realidad y sujeto[38].
Por tanto, desde un análisis crítico y genealógico, en
diálogo con las investigaciones (varias y variadas) ya enunciadas, se trata de tener en cuenta las tradiciones de
lucha, las reconfiguraciones y modalidades históricas de organización y, no solo las diferentes formas de la
protesta. Mientras se considera fundamental no dejar pasar los procesos de
vida, organización y prácticas cotidianas, atravesadas de sentidos y sentires.
2. La Unión de Trabajadores de Desocupados de Gral. Mosconi: emergencia y tragedia
En las calles de la ciudad
de General Enrique Mosconi-Salta[39], rica en gas y
petróleo, ante y entre diagramas de
poder/gobierno instalados en la Argentina de los 90´, entre cuyos efectos
programáticos acaeció la “privatización de los Yacimientos Petrolíferos
Fiscales” (YPF)[40], emerge[41]
la Unión de Trabajadores Desocupados de Gral. Mosconi
(UTD, de ahora en más).
A mediados de la década de
los noventa, un conjunto de hombres y
mujeres, en su mayoría desocupados, cortan las rutas mediante un acto simbólico,
ocupan las rutas y parafraseando a De Certeau, “toman
la palabra”. Así, acontece el acto de emergencia inicial, en el cual: “…tomar, no en búsqueda de tomar el
poder, sino siempre de hacer posible el desarrollo de una libertad futura, el
surgimiento de un porvenir inédito”[42].
De este modo, los trabajadores desocupados emergen y se instalan, trágicamente,
en el entre de la vida y muerte, en dónde el
“sujeto moribundo[43]”
comienza a construir y dejar ser prácticas identitarias
y autonómicas, que se van tornando gesto, mientras se hacen realidades.
2.a- YPF en Mosconi: el mundo
del trabajo
La localidad de Gral. Mosconi,
así como las localidades aledañas son una zona rica en yacimientos petrolíferos
y gasíferos, lo cuales han estado ligados a la explotación realizada por YPF,
desde su creación en 1922 y hasta su privatización y reestructuración
(1992-93). YPF fue para los habitantes de Mosconi: “un modelo de civilización territorial”[44].
Pues, las actividades de YPF no fueron solo los de una empresa extractora de
petróleo y gas, sino que incluyó una extensa red de servicios sociales,
recreativos y residenciales para el personal permanente y calificado de la
empresa. En esta distribución de espacios y tareas también se muestra el modelo
jerárquico/diferencial de organización dispuesto por la empresa-fabrica[45].
Dicha configuración territorial y espacial que instaura los lugares de unos y
otros, en el interior de la empresa y homogeneíza ciertos vínculos, también se
reflejaba en la sociedad toda de Mosconi, mediante la
separación entre “ypefeanos y no ypefeanos”.
YPF, mientras era una empresa estatal,
según palabras de referentes de la UTD y demás habitantes de Mosconi: “…representó la
organización trabajadora industrial”[46], “YPF fue la columna
vertebral de la sociedad moscoina, a nivel laboral,
social, cultural y de sentido”.[47]
La privatización de YPF trajo consecuencias devastadoras
en la sociedad mosconense y zonal entera, entre las
más relevantes se encuentra el despido del 90% de su planta de empleados[48].
Así, el cierre de YPF significó no sólo el cierre de una empresa, sino la
“muerte” y la lucha comenzó a ser contra la muerte,
no solo física, sino emocional: “Cuando YPF se privatiza se
llevan todo, no solo los dólares, también el sentido de la vida”[49].
En este sentido trágico, el encuentro con la muerte pone de manifiesto,
siguiendo a Kusch,
que ya no se trata de una vida para siempre, mientras que: “...con la muerte algo nuevo comienza. Indudablemente
vida y muerte pertenecen al mismo segmento, y ambas partes solo se distinguen
por su colorido (…) Morir es germinar”[50]. La muerte, entonces, instó a
“luchar por la vida”, a germinar comunal y colectivamente,
Ahora bien, desde mediados de los 80´ hasta que se
iniciaron los “levantamientos” piqueteros” varias fueron las prácticas de lucha
y resistencia ejercidas por parte de quienes, en ese momento eran trabajadores
de YPF, muchos de ellos integrantes del Sindicato Único de Petroleros (SUPE)[51].
Luego, YPF comienza a pagar fuertes indemnizaciones a los empleados que
aceptaron los retiros y, la empresa junto al SUPE, favorecían la creación de
emprendimientos. La PYMES o cooperativas, como le llaman los ex/trabajadores de
YPF, contaron con contratos transitorios entre 18 y 24 meses, podían utilizar
las maquinarias de la empresa y continuaban prestando servicios, mediante
contratos de obra o servicios, pero perdiendo su relación de dependencia con
YPF. Sin embargo, en la renovación de los contratos con la empresa ya
privatizada comenzó a ser una tarea imposible. A su vez, y esto ha sido muy
señalado por los mismos ex/trabajadores de YPF, hoy integrantes de UTD:
en el momento posterior a la
privatización, cuando con el dinero de las indemnizaciones se crearon las
cooperativas, ya que seguían siendo gestionadas por influencias empresariales
externas (…) no funcionaban en asamblea, todos ponían igual dinero al entrar y
luego el sistema era jerárquico[52].
A esta situación se le sumaba la falta de
otras alternativas, por lo cual muchos utilizaron la indemnización para
realizar alguna actividad por su cuenta (kioscos, remisorias, etc.) o fue
destinado al consumo y adquisición de bienes (compra de automóviles, casas), lo
cual tampoco tuvo muchos frutos, ya que parte de los bienes fueron vendidos y
no fue posible la reinversión, etc.
Así, a la desocupación repentina, le
siguió la desesperación, angustia, ausencia de oportunidades, olvido, a partir
de lo cual los ex/trabajadores YPF se tornaron trabajadores-desocupados
y moribundos. Esta tragedia, no sólo se manifestó
en el ocultamiento al cual fueron sometidos, encerrados en sus propias
comunidades, también esta situación instó a la muerte, la cual se manifestó en
suicidios, separaciones familiares, violencia doméstica y callejera y
alcoholismo.
Por tanto, en este momento histórico no sólo
se modifica el espacio social y político, sino la visión de mundo y el lugar de
la propia vida. Cambiaron drástica y rápidamente los posicionamientos anteriores,
las divisiones, los cortes y los criterios de diferenciación ya no son los
mismos: “Los ex/ypefianos ya no
son los otros ya son parte del nosotros o viceversa (…) Se borran algunas
diferencias, pero sin embargo se marcan otra fuertemente”[53].
2.b- La emergencia de la UTD y el
estar siendo piqueteros-trabajadores
En 1997, poco después del primer corte de
ruta en Neuquén[54], los
habitantes de Tartagal y Mosconi
organizaron un corte de ruta, que junto con los de Jujuy desencadenó una crisis
que se extendió a todo el interior del país. Las movilizaciones tienen como
condiciones de posibilidad y emergencia la situación antes señalada. Pero, el
emergente del conflicto, que termina en el corte de ruta en Tartagal
y Mosconi[55]
y, que hace al primer levantamiento organizado de diferentes sectores
(concejales, maestros, trabajadores desocupados) se relaciona con lo sucedido
en Neuquén y con la privatización, mas reciente, de la compañía de
electricidad. Ello genera la movilización de un grupo de vecinos, para evitar
los cortes de luz, a lo cual se suman diferentes sectores.
Se organizan varios apagones, y una huelga
de hambre iniciada por un comunicador social (Marcelo Gerez)
y una concejal de Mosconi perteneciente al Frepaso (Graciela Zriki)[56],
que se levantan para iniciar el corte de ruta, el cual previsto para un día y
horas, se extendió a siete largos días. Diversos sectores se fueron sumando
hasta consolidar una “multisectorial” (docentes, medios de comunicación,
empresarios y comerciantes locales, centros vecinales, sindicatos de
desocupados, en su mayoría exypefeanos,
representantes de comunidades indígenas, representantes de otros municipios,
ex/trabajadores de YPF, en proceso de organización, etc.). Esto favoreció la
continuidad y el sostenimiento del corte, en cuanto al apoyo material y de alimentos
ante todo.
Ahora bien, en Mosconi,
a diferencia de lo acontecido en Neuquén, el levantamiento no se manifestó solo
en contra del gobierno nacional (Menem) y provincial (Romero), sino también de
las empresas multinacionales asentadas en la zona.
Al mismo tiempo, ligado al intento de
justificación del corte se re-actualizó el discurso de “reparación histórica”, que
había sido puesto de manifiesto en los primeros levantamientos de 1936[57],
a partir de lo cual convergieron diversos intereses. Entre algunas de las
cuestiones que conllevan a la “reparación histórica”, José “Pepino” Fernández declaraba durante el
corte: “Estamos parados sobre el petróleo, y en nuestras
casas cocinamos con leña”[58]
Ante tal situación, el gobernador Juan
Carlos Romero se negó al diálogo y sólo la presencia masiva en la ruta,
incluyendo a varios dirigentes políticos y empresarios de la zona impidió que
la manifestación fuese reprimida. Cuando, luego de este primer
piquete[59],
las prácticas gubernamentales y policiales de represión directa se
transformaron en algo habitual, trayendo como consecuencia la muerte de
compañeros en pie de lucha[60],
gran números de heridos y de procesados judicialmente, algunos de ellos con
ciento de causas abiertas.
Acorde a lo señalado se
considera que, dichas prácticas de represión ejercidas por el gobierno
provincial y la gendarmería, remiten a una práctica política de racismo
neo-colonial contemporáneo, en la cual
no se trata de “dejar morir”, sino de “hacer morir” en el ejercicio de un poder
soberano y biopolítico a aquellas poblaciones “no
deseadas”.
En este contexto, emerge y
se instala la UTD Mosconi. La
mayoría de los testimonios coinciden en que el proceso de autonomización de las
organizaciones de desocupados comienza entre fines de 1999 y 2000, a partir del
establecimiento de obtención, control y distribución de planes[61],
a partir de lo cual fue posible adquirir relevancia y capacidad de maniobra, en
el contexto de la política local. En el 2001, a nivel regional, la actividad
piquetera comienza a centrarse, ante todo, en la UTD Mosconi.
Desde el enfoque crítico planteado, el piquete
comprendido como “corte y ocupación de ruta”,
no significa que los sujetos que ocupan la ruta y advienen “piqueteros”
quisieran ocupar el lugar de otros y/o “tomar el poder”, se trata de: “…resistencias ante el juego y de rechazo del mismo juego (…) No se
quiere participar en el juego tradicionalmente organizado e institucionalizado
del Estado…”[62]
Según enunciaciones
nativas, ante todo, el piquete es un espacio de “lucha, de defensa y de
batalla”, es un espacio en el cual “se pone el cuerpo”: “…nos pusimos delante de los camiones, hicimos un
escudo humano sin piedra, sin amenazarlo, sin nada y lo paramos”[63];
“…el piquete es una defensa, ahí nos
defendemos de la muerte”[64].
Puesto que: “Hay que ser desocupado par ser piquetero, no hace
falta ser atorrante ser matón, ser pistolero, si no que hay que saber pelear
por un trabajo”[65]
(…) “…es una acto de rebeldía”[66].
En el piquete se pone el
cuerpo en medio de la batalla, ahí no hay palabras, siguiendo a Foucault hay la
lucha, en este caso es por la vida y contra la muerte de un modo creativo
y productivo: “… nosotros cortamos la ruta para abrir
caminos”, señala
Pepino[67].
Por tanto, los “piquetes”, por un lado no reproducen
los conocidos “piquetes de huelga”, ya que se trazan en una tradición local de
luchas, que desde los años 30 vienen gestándose y transformando en la zona[68];
tampoco resultan prácticas económicas, en búsqueda de recursos y/ o frenos al
paso de mercancías. Pues ahí, en ese lugar advenido suelo y “domicilio existencial”, parafraseando a Kusch, fue posible tantear el sentido,
ya que en ese juego abismoso y acertoso
los piquetes se transformaron, ritual y simbólicamente, en ese encuentro, que
entre la vida y la muerte iban haciendo posible re-existencia creativa, en
torno de lo cual poder “crear el mundo de vuelta”.
Así, en este acaecer de las
prácticas de resistencia y lucha se pone en jaque la concepción del
“desocupado” como ese moribundo, inservible, improductivo y fracasado, y se
hayan transformados en trabajadores desocupados y piqueteros, sujetos en pie de
lucha, productivos y creativos.
3-LA UTD:
la cuestión del trabajo…
En este camino la UTD se instala luchando por el
trabajo y en defensa de la vida, a
partir de lo cual surge la cuestión de la dignidad, vinculada con la “cultura
del trabajo”, acorde a una reconfiguración singular heredada de la cultura “aprendida”
en YPF; así como con la cuestión del derecho. Por tanto, trabajar no es sólo un
derecho adquirido a partir de programas de gobierno, que se disponen mediante
la “contraprestación de un plan o salario”, según entramados enunciativos de
Desarrollo Social y Humano. El trabajo
en la UTD adviene siendo un modo de “ganarse el pan[69]”.
Por tanto, el trabajo no sólo es digno porque es un derecho, si no que “trabajar es un derecho y eso dignifica[70]”,
sea o no reconocido por y en los ámbitos jurídicos.: “Hemos hecho algo, como Cristo en su época, aunque sean frases locas,
hacemos una predicación del trabajo”[71].
En este sentido y, más allá
de las reminiscencias del trabajo asalariado por parte de los ex/trabajadores
de YPF, en sus prácticas cotidianas en la UTD se transforman los planes
sociales, según necesidades y situaciones territoriales concretas. Puesto que el “trabajo digno” es una
manera novedosa de autogobierno a partir de la cual construir la relación
laboral diferente de la relación laboral sostenida por del modo capitalista[72].
También, en esta reconfiguración
laboral, en los últimos tiempos, la UTD se alza como una voz y espacio de lucha
por el cuidado y la defensa de los recursos naturales, no sólo petróleo o gas,
también madera, tierra y agua, elementos fundamentales para cualquier trabajo.
En tal sentido el orden dispuesto se re-vuelve, pues
no se instala el derecho, mediante la disposición jurídica del pacto que insta
intercambios, concesiones y acuerdos entre las partes. La UTD y quienes están
siendo parte de este espacio vuelven, en las prácticas cotidianas a
des-individualizarse como “sujetos de derechos” y a re-individualizarse, como
sujetos trabajadores y desocupados con derechos
3.a-Las prácticas cotidianas, en el tiempo y el espacio de la
UTD: des-sujeción y re-subjetivación
Las
prácticas cotidianas de la UTD, en las cuales se entreteje, parafraseando a De Certeau (2000), algo
de tacto, algo de gusto, algo de juicio y algo de instinto, se orientan de un
modo comunitario, mientras se recrean en la pertenencia al ambiente. En tanto
no se trata de “acatar” lo dispuesto, ni de la sola reivindicación de la
conciencia: “Acá no se trata de una idea o de decir sos de “izquierda”. Acá se trata de sobrevivir”[73]
, si no de luchar para vivir biológica, cultural y moralmente, en el estar
siendo cotidiano.
Una de las prácticas más
reconocidas e investigadas de UTD desde sus comienzos, es la transformación de los planes sociales
(programas, proyectos…) en proyectos productivos colectivos, en tanto: “…se orientan a generar algún tipo de valor agregado o producto
eventualmente comercializable”[74].
En la actualidad, la gestión de diferentes planes y programas también se ve
atravesada y transformada a partir de la
convicción de que los planes resultan puestos de trabajo digno, ganados en pie
de lucha, y no simples paliativos a la crisis.
Al inicio los planes y subsidios se conseguían
mediante los “cortes de ruta”, desde finales del 2000 los mismos se obtienen,
ante todo, mediante actividades de “gestión” autónoma, por parte de UTD en un
complejo tejido de transacciones[75].
Los referentes de UTD son los que se “mueven y buscan”, lo cual se reconoce
como un desgaste. Esta modalidad de “autogestión autónoma”, interpela las
prácticas “inclusivas” del gobierno actual, cuyos entramados discursivo se
dirigen a “todos y todas” según programas de equidad y Desarrollo Humano[76],
que parecen no llegar a ”tod@s”, en la positividad de
la política diaria. Mientras que la UTD se construye entre las prácticas excluyentes
y represivas del gobierno provincial. De hecho, la UTD no tiene vinculación
alguna con el gobierno provincial ni local, y en el 2005 recibieron la última
visita de técnicos experticios para evaluación del
trabajo a nivel nacional, así como la visita de la Ministra de Desarrollo
Social, en el 2009[77].
Estas tramas relacionales,
que serán analizadas a posteriori, han ido configurando el autogobierno de la
UTD y su perfil autonómico, a partir de lo cual ha sido posible generar cierta
base de apoyo para que el proceso de generación de trabajo siga en pie: “…en realidad como que nosotros
hemos dejado de depender de la dádiva del Estado, lo que nos dio, nos permitió
formar una base relativamente económica, te dije no nos da ganancia pero nos
permite darnos vuelta e ir empujando el carro”[78]
Para el año 2013
la UTD gestionaba, además de Seguros de Desempleo, cooperativas pertenecientes
al Ministerio de Vivienda e Infraestructura de la Nación[79].
En las cooperativas, ante todo, se realizan tareas de construcción de casas
barriales, con las ladrilleras propias, mientras se arreglan cordones cunetas,
se corta el césped, realizan tareas de forestación local y fumigaciones contra
el dengue. También, algunos trabajadores realizan
diferentes tipos de actividades en escuelas, centros de salud locales, los
cuales a veces ingresan a planta permanente y otras realizan tareas de
contraprestación y extensión. De igual modo, resultan contratados,
temporalmente, por las empresas petroleras. En tal sentido, la
distribución de los planes no se realiza acorde a lo dispuesto por los
“manuales”, si no que se reordenan, territorialmente, según
el conocimiento de las necesidades vigentes y la gente que trabaja y pertenece
a la organización: “Es más sentido común que otra cosa,
aparte uno ya tuvo una práctica laboral (…)
te das una leída a algunos de los puntos principales (…) son palabreríos
que escriben los tipos ahí… ”[80]
Ahora bien, en
este diagrama de poder/gobierno, la UTD no deja de ejercer la crítica a ciertos
modos de ser gobernados, en tanto: “Hoy los planes son en
negro, el Estado paga en negro (…) El trabajo no es un trabajo estable, es
desestabilizante porque podes estar 3 meses, 6 meses bien y después te quedas sin
nada”[81].
Estas afirmaciones permiten avistar las diferencias entre, por un lado las heterogéneas
racionalidades políticas y prácticas de gobierno, que fabrican a los pobres
desocupados para gobernarlos, según discursos específicos como los del “trabajo
decente” y, por otro lado las percepciones, prácticas y realidades de estos
sujetos advenidos “pobres”. Quienes, en sus prácticas cotidianas de lucha y
resistencia transforman estas estrategias políticas de intervención, reapropiándolas y re-inventándose: “… haciendo política de Estado, del verdadero”[82].
3.b-Los proyectos productivos, las
tareas, las oficinas: la metis
cotidiana
El presente
apartado, pretende recorrer, analítica y descriptivamente, los diferentes
proyectos, espacios y actividades que tejen el espacio de trabajo de la UTD.
Para luego referir a la modalidad de ejercicio de estas tareas y su
organización concreta.
Entre otras actividades podemos nombrar las
huertas comunitarias, en las cuales trabajan sobre todo mujeres (10
aproximadamente), están dispersas en diferentes lugares de la ciudad y
abastecen a escuelas y comedores, así como a los propios integrantes de la
agrupación. También las ladrilleras abastecen el trabajo de la obra pública y
resuelven, en parte, la falta de material. Así, como actividades que,
astutamente[83],
realiza la organización en el cotidiano, como por ejemplo: la erradicación de
96 ranchos, la construcción de escuelas, el mantenimiento de baldíos, la
fumigación contra el dengue, la forestación local, etc.
Entre las prácticas más
contundentes, sobre todo por el número de gente implicada, se encuentran en los
emprendimientos de los galpones, en los cuales se realizan los llamados “proyectos
productivos”. La organización ha ido “tomando y ocupando”, a lo largo del
tiempo y, según situaciones específicas, algunos galpones del antiguo
ferrocarril. Si bien, los han querido echar, en el 2010 logran mediante
comodato con el municipio quedarse en el espacio por ellos re-constituidos como
propio. Allí, además de funcionar los proyectos, también se encargan de
mantener el predio, cortar el césped, barrer, pintar, etc. En este mismo
espacio, también están situadas oficinas y maquinarias de las empresas petroleras
privadas, así como algunos elementos que pertenecían a YPF[84].
En este espacio, entonces, la UTD convive con los ingenieros y las maquinarias
de dichas empresas, con las cuales también tienen diferentes tipos de
articulación, sobre todo, en la lucha por incorporar a compañeros desocupados
en trabajos calificados, lo cual expande el ámbito transaccional de la UTD
respecto del Estado[85].
En los galpones se realizan
diferentes proyectos/emprendimientos productivos, cada uno con un referente de
área, autónomo en su funcionamiento y mayormente integrado por hombres y mujeres,
que reciben algún tipo de plan, subsidio o salario. En la actualidad funcionan:
1) La carpintería, en la cual hacen
muebles con maderas recuperadas de los desmontes realizados por las madereras y,
sobre todo los sojeros. Estos muebles son entregados en las casas de la gente
con “bajos recursos”, según enunciaciones nativas. 2) Reciclado
de plásticos: tienen una maquina recicladora de botellas de plástico,
y solo trabajan mujeres y jóvenes encargadas de seleccionar y prensar las
botellas, para luego ser enviadas a reciclar. La misma gente de la organización
se encarga de buscar las botellas, “…no esperamos que nadie nos
traiga nada”[86].
3) Taller de costura: integrado en su
totalidad por mujeres. Poseen maquinas industriales, cosen los uniformes de
trabajo, y se encargan de buscar precios de telas, hilos, así como de
comprarlos. 4) Selección de Porotos: en este espacio
también trabajan solo mujeres, las poroteras locales les entregan las bolsas de
porotos que deben ser seleccionados, mediante un trabajo manual de limpieza. Es
un trabajo terciarizado, luego de terminado las empresas se llevan las
bolsas y les pagan un plus de $14 excedente utilizado para comprar
herramientas, guantes, etc. 4) Vivero:
realizan semilleros y tienen plantas autóctonas de la zona, con lo cual
realizan tareas de forestación. También hay huertas con las que se
autoabastecen. 5) Taller de soldadura: a cargo
de un referente ex soldador de YPF, que está en UTD desde 1996 y le enseña a
soldar a los “changos” varones. Practican soldadura de alta tensión, pero sobre
todo elaboran juegos recreativos para parques y escuelas, refaccionan muebles
escolares, etc. Poseen maquinarias propias, algunas compradas mediante
diferentes tipos de financiamientos, como
subsidios y a otras mediante gestiones con las empresas locales: “…Se los sacamos a las petroleras!”[87]
En el galpón grande, a unas
cuadras del ferrocarril, se encuentra la oficina administrativa, en la cual se
lleva toda la contabilidad y administración de la organización, desde sus
inicios a cargo de Chiqui Peralta y jóvenes mujeres,
que realizan tareas diversas. En este mismo predio hay un enorme galpón a cielo abierto para
realizar actividades diversas, una habitación con cama y cocina, y una pequeña
habitación que auspicia de recepción. Pues, muchas son las personas que visitan
el galpón, ya sea por problemáticas locales, como para conocer a la
organización (investigadores, voluntarios, cineastas, etc.).
En este sentido, es posible señalar
que la experiencia singular de autogobierno de la UTD Mosconi
apuntó a generar y posibilitar un re-encuentro con “el trabajo” (no asalariado).
Eses substituto les abrió la posibilidad de volver a pensar-se como trabajadores,
y por ende a reconocer-se dignos. Esto permite avistar la manera en que el
trabajo está siendo y ha sido resignificado, así como la propiedad de los
medios de producción, el mercado hacia el que se orienta la producción y las
relaciones sociales de producción que se tejen y destejen en el cotidiano. El trabajo
colectivo, las herramientas compartidas, la distribución de los excedentes, el
cuestionamiento del uso de tecnologías contaminantes, las lucha por trabajos manuales
han implicado cambios en las cadenas y redes laborales locales[88]
y, también en la vida misma de los integrantes de la UTD y de la comunidad/región,
lo cual conlleva a procesos concretos de re-subjetivación atravesados de
cooperación y reconocimiento mutuo.
3.c-La Fundación de Trabajadores desocupados (FUNDATRAB):
entre legalismos, salarios, liderazgos y saltos…
Ahora bien, en este tejido movedizo de prácticas de
gobierno, autogobierno y resistencia de la UTD en torno del trabajo, una de las
dificultades avistadas en la organización colectiva y cooperativa del mismo
eran, siguiendo a Wahren, ciertos “esquemas de autoexplotación”[89],
sobre todo por las condiciones laborales, como la falta de cobertura social y
de seguros laborales. En el intento por salvar lo antedicho y como una “táctica
astuta” se crea, en el 2006, la “Fundación de
trabajadores desocupados” (en adelante FUNDATRAB)[90].
Para la instalación de la fundación se tramita la personería jurídica, como una
táctica necesaria para lograr la finalidad propuesta que era inscribirse en el régimen de
“empleadores” dispuesto por ANSES[91], ente
del cual reciben los aportes dirigidos al pago de asignaciones familiares a los
empleados de la Fundación.
FUNDATRAB comenzó con 14
empleados, luego pasó a 74 y hoy (2014) tiene 639 empleados y resulta uno de los pocos lugares que
“toma” gente, en la zona. Así, entre
el acierto y la astucia, la fundación ha sido instalada de un modo
“clandestino”, “…aprendiendo de los grandes…las empresa contreras”[92], a quienes, en primer lugar se les pedía algún
subsidio para los talleres, y luego se les solicitó el blanqueamiento de los
empleados, a partir de lo cual comenzaron a notar que estas empresas rendían en
ANSES, entidad ante la cual eran “empleadores”, un mínimo del monto a pagar el
cual figuraba en el recibo de sueldo (en blanco), y otro era el monto en bruto
(en negro) que recibían los contratados. De este modo, las empresas pagaban menos aportes. Ante esta situación,
los dirigentes de UTD se dirigieron a Anses y,
estratégicamente, gestionaron advenir
empleadores, sin dependencias externas “entre” lo dispuesto y lo otro.
Ahora bien, esta experiencia también pone en jaque la
relación clásica entre “capital y trabajo”, en tanto según palabras de su
presidente, Pepino Fernández: “No somos una empresa
nosotros, somos un grupo solidario (…) Anses , Afip
y el Ministerio de trabajo nos persiguen, porque nosotros no capitalizamos,
nosotros hacemos trabajo social y eso no genera capital” [93]; el trabajo social se traduce en trabajo para
y con la comunidad (construcción de casas, limpieza, fumigaciones, forestación,
etc.), y el pago a Anses se realiza mediante los
ingresos generados por los otros proyectos, así como por el cobro de un monto
mínimo a los empleados o socios[94].
Ahora bien, cabe apenas mencionar que, a medida que
FUNDATRAB se fue consolidando, en los últimos años (2012-2014), se ha configurado
como un espacio, que sin dejar de ser “un logro de la UTD”, así como de
funcionar en las oficinas de los galpones y de organizar las tareas del modo en
que la UTD lo ha hecho siempre, ha cobrado cierta autonomía. Ante todo, lo
antedicho se avista en cómo la gestión y administración se ha centrada en la
figura de uno de sus referentes históricos. Esto conlleva a re-pensar las
relaciones de poder/gobierno en el trazo de la UTD, sobre todo en torno de la
re-configuración de los liderazgos, que Wahren llama “personalismos
participativos inorgánicos”[95],
considerando que las diferentes figuras de referencia tienen asignados
diferentes roles y funciones, que operan como aglutinadores de la organización,
mientras se complementan recíprocamente[96].
Ahora bien, estos liderazgos, también considerados referentes históricos y en
muchos caso naturalizados, van relegitimándose en momentos de visibilidad, como
los cortes de ruta, y de gestión, como las negociaciones por puestos de
trabajo, por recursos, etc. Ante todo, son valoradas ciertas actitudes y cualidades,
como la presencia, el coraje, la entrega, la constancia, la “ejemplaridad”[97].
Ahora bien, la UTD también se encuentra atravesada de diferentes
herencias patronales, algunas heredadas de YPF, otras de los modos serviles,
feudales y de explotación, que han tejido las relaciones laborales en la provincia
de Salta desde mediados del siglo XIX-XX[98].
En este enjambre relacional que teje el diagrama de la Fundación, comprendida
como un “espacio que toma gente, que da empleo” y que es parte del “movimiento
UTD”, la subjetividad del líder es re-configurada, entre ejemplaridad, entrega
y astucia, así como instalándose como jefe y/o patrón de referencia, a quien se
le debe respeto, escucha y consulta. Sin embargo, esto no quita, en la heterarquía del juego de poder/gobierno, que la discusión
para con las decisiones tomadas por parte de estos referentes no existan, de
hecho, en varios viajes de campo se pudieron observar fervientes discusiones
respecto de la distribución de tareas en la fundación, del uso de las
maquinarias, incluso hubo una situación en la cual la cuestión llego “a las
manos”, cuando no hubo acuerdo verbal, respecto de una solicitud de trabajo y
una modalidad para el ejercicio del mismo.
Estos vaivenes en la modalidad organizativa y referencial
de la UTD remiten a los decires, muy conocidos por cierto, de su advenir como “una
organización desorganizada”: “...nosotros siempre somos ilegales, desordenados, apartidarios…no tenemos una estructura”[99].
A partir de lo cual,
funciona sin espacios deliberativos de decisión orgánica (asambleas, reunión de
delegados, comisiones de trabajo), tampoco hay espacios en los cuales se realicen
votaciones, elecciones de autoridad, etc), sino que
se construyen mediante prácticas directas, bajo la forma “decisión/práctica”
orientadas por los personalismos inorgánicos ya señalados, mientras que se
recrean antiguas y diversas modalidades de sociabilidad y resistencia.
Sin embargo y disintiendo con Svampa
(2008)[100],
estas modalidades de codificación y organización, “en la marcha” de las prácticas
y los haceres no implican un “nuevo paradigma de la
política concebido desde abajo”, sino un haz movedizo, múltiple y siempre abierto
de relaciones de poder, gobierno y verdad a partir de lo cual se ejercita la
des-sujeción crítica y local/cotidiana de los trabajadores-desocupados. Pues,
no hay un arriba y/o un abajo, un adentro y/o un afuera, sino una enjambre dinámico
de relaciones de poder y resistencia, que entre medio y mientras tanto
configuran y recrean espacialidades territoriales y subjetivas especificas,
concretas y locales. La UTD no pretende “tomar el poder” de “los de arriba”,
pues ha tejido una red de relaciones, no necesariamente horizontales, pero sí
de entrecruzamientos dinámicos y fluidos,
cooperativos y locales, entre lógicas y prácticas concretas. Pues, si bien se considera
que las mayoría de sus prácticas son directas, sí se realizan según lógicas, que
responden estratégicamente a objetivos comunes, como la lucha por el trabajo,
el cuidado de los recursos naturales estratégicos, la dignidad de la vida
perdida, el deseo del respiro diario.
3.d-Organización del trabajo: Tareas, actitudes, herencias
y re-creaciones
En este
diagrama de autogobierno local y laboral, otro punto a señalar es cómo se
organiza la actividad laboral diaria. En primer lugar, existen referentes por
aéreas: técnica, administrativa y operativa o gestiva,
y a su vez encargados de sección. Los trabajos se realizan en su mayoría entre
4 y 6hs diarias (distribuidas acorde a los fuertes calores locales). Las
condiciones laborales en los galpones resultan dentro de lo que se considera es
digno, pues tienen baños, duchas y posibilidad de calentar agua para mate y te.
Las herramientas utilizadas permanecen guardadas en un salón del galpón
principal, se las retira y se las guarda, en igual lugar luego de cada jornada[101].
A su
vez, la distribución de las actividades y las modalidades de trabajo, denotan
cierta herencia del trabajo de la fabrica YPF, en torno de la disciplina y la
docencia que, ante todo deben realizar los referentes, para con el cumplimiento
del trabajo, así como para su distribución horaria.: “… una cierta disciplina donde vos
vas imponiendo, le guste o no le guste a la gente, vos vas imponiendo con tu
trabajo y también con la indicación y vas haciendo docencia”[102]. Así,
entre la ejemplaridad y la docencia, entre las resonancias del trabajo fabril,
antes y luego de ingresar a realizar las tareas correspondientes se “tarja”, en
este caso se firma, en un cuaderno el ingreso y el retiro. Dicha tarea de
“tarja” está a cargo de grupos de jóvenes mujeres para los proyectos derivados
de los Miniseries de Trabajo e Infraestructura, mientras que en el caso d la
Fundación dicho trabajo de tarja la realiza una de las encargadas (gente de
confianza) de Pepino.
También, los trabajos
suelen distribuirse según edades, genero, tipo de actividad, pero ante todo,
según las “actitudes” de las personas, las ganas, el entusiasmo y la
perseverancia: “Y el que no demostraba ganas bueno, no se le daba la baja, nada, sino
que se iba a otros lugares, no le gustaba la parte de oficina, iba a la huerta,
entonces así hacemos una redistribución con la gente de acuerdo con las
actitudes”[103].
En este
sentido, en recorridos de campo, así como de un trabajo de entrevistas
grupales, se rescata cómo, según “los/as” trabajadores de la UTD las tareas se distribuyen
según la necesidad, lo que se sabe hacer y con ello las
actitudes, así como según las posibilidades, ya que, en más de un caso, ante
todo las mujeres habían rotado en varios de los trabajos, debido a situaciones
personales como: los horarios de escolaridad de sus hijos, trabajos extras como
limpiar casas, cuidar niños, por estudio, porque se dieron cuenta que no les
gustaba lo que habían elegido al principio o se les había designado, etc.
Mientras que los hombres varones, en su mayoría nucleados en la carpintería, en
el taller de soldadura de alta tensión y en el de reciclado de plásticos, se
encuentran en esos espacios por herencias familiares. En su mayoría los que
participan del taller de soldadura son hijos de ex/ypefyanos
y encuentran en este trabajo una herencia de YPF y de lo que ello fue para sus
padres[104],
así pasa con la carpintería en donde la herencia del trabajo no remite a YPF,
pero sí al aprendizaje familiar, ante todo por parte del encargado de dicho
taller, así como se entrecruza con la lucha por los recursos naturales,
considerando que gran parte de la madera se obtiene de los desmontes.
En el
caso de los trabajadores por el “salario” de la fundación se distribuyen, ante
todo, en actividades de desmalezamiento, albañilería, fumigación, mientras que
las mujeres realizan algunas tareas administrativas, otras algunas labores en
los talleres de los galpones y en los diferentes proyectos. También forman
parte de la UTD comunidades indígenas:
Tenemos más de 150 empleados
blanqueados en la Fundación, Guaraníes de Cherenta, Yacuy, Tranquitas, Municipio de Tartagal y las Sierra Mosconences,
Trementinal, Madrejones, Yrigoyen,
Cornejo, Embarcación. Trabajan en sus chacras y huertas o en las construcciones
de ellos o de otras personas en Tartagal y Mosconi. Más de 30 Matacos y Tobas de Mosconi
y del cruce en Mosconi. En igual proporción de
salarios de Fundación y de planes[105].
Estas
modalidades múltiples de organizar el trabajo, ponen de manifiesto, entre otras
cuestiones, la construcción abierta y movediza de la UTD en el espacio local y
regional, territorializando las practicas
y expandiendo las proyecciones laborales, ante todo.
4-Las prácticas de transacción, negociación, discusión y
diálogo: El Estado verdadero y el Estado Gobernante
Las prácticas astutas y cotidianas, que tejen el
entramado de la organización, también se realizan, como ha sido señalado, en
vínculo con técnicas y mecanismos de intervención codificados en el Estado y
dirigidos a las poblaciones “pobres desocupadas”. Dichas tramas relacionales,
no sólo implican la negociación por gestión de planes, más bien construyen
campos transaccionales[106]
en torno de los cuales la resistencia no se ejerce en suma cero, sino que en la
relación entre gobernados y gobernantes se construyen redes vinculares de
aceptación, recepción, acatación, transformación, recreación, reconfiguración,
así como de negación. En este juego transaccional, la UTD también pone en jaque
el reconocimiento de su lucha y trabajo, entre otras cuestiones.
En este sentido, cabe
referir a cómo se construyen y consideran, según nociones nativas los Estado-s[107],
con los cuales se articula, ante los cuales se lucha, a los cuales se añora y
transforma, en simultáneo.
Por un lado, se consideran
que está el “Estado gobernante”, que es el elegido en votación democrática
encargado de la administración pública y de las decisiones, en torno a la
distribución de presupuestos, ordenamiento territorial, etc. Por otro lado, se encuentra el Estado verdadero, el que es menester recuperar y del cual
todos somos parte: “Estado autónomo de todos
nosotros, nos permite que esto sea así.”[108]
La remitencia,
en la UTD, a la “recuperación del Estado”
(con resonancias del Estado-Benefactor-social y desarrollista que era YPF) inmediatamente
se la asocia con la “recuperación de la familia y de la vida”. A partir de lo
cual, se puede pensar que esto apunta a la recreación de aquellos lazos
sociales, que las prácticas de gobierno de perfil neoliberal destruyeron y/o
recrearon bajo un perfil empresarial, acorde a la figura del sujeto pobre como
“hombre económico”, ante todo, así como moribundos. Ahora bien, estas
referencias de la UTD también remiten a un Estado que funcione como una especie
de “ordenador social” de los beneficios de los ciudadanos, lo cual se traslada
a la posibilidad de transformarse en el espacio de gobierno municipal/local. De
ahí, la definición, también de la UTD, como un Estado municipal paralelo:
funcionamos como un
municipio paralelo, para nosotros hay un Estado que gobierna, y otro Estado que
somos todos, por eso tomamos decisiones, muchas veces sin consultar, vemos los
problemas y buscamos la manera de resolverlos con lo que tenemos y podemos
conseguir[109].
Si bien, estas
categorizaciones nativas en torno del Estado, por un lado se ven atravesadas de
la percepción local del “Estado paralelo”, que también significó YPF en la
época de su esplendor económico y social. Por otro lado, remiten a las
diversas modalidades a través de las cuales este Estado, que somos todos, se
construye cuando
se señala que la UTD: “es el Estado de los
movimientos sociales”[110]. Procesos estos, en los cuales se
ejercita un proceso de des-individualización,
como sujetos pobres y desocupados de gobierno, ante todo mediante la reconfiguración,
el desplazamiento, el re-ordenamiento y la impugnación de prácticas y espacios.
A partir de lo cual, el grupo (la UTD) no responde a un lazo orgánico, que une
individuos jerarquizados, sino a un constante generador de prácticas de
re-configuración y re-subjetivación siendo.[111]
En este sentido, los
integrantes de UTD consideran que el mejor sistema que puede aplicar el:
Estado
que somos nosotros, es el Movimiento, ¿Cómo lo desarrolla? Con estrategias,
cuando vos tenés un pueblo que ha atravesado la
privatización se va muriendo, y al no generar un movimiento se sigue muriendo.
Entonces, nosotros tenemos que generar ese movimiento, por ahí con protestas,
por ahí con formas de trabajo, y eso es esta organización”[112]
Así, en este diagrama de
poder/gobierno, entre otras cuestiones, la Unión de Trabajadores desocupados de
Mosconi se ha mantenido al margen de los intentos de
cooptación, por parte de los gobiernos
locales, provinciales y nacionales, así como le ha puesto el cuerpo a los
hechos de represión, ya sea mediante la desmovilización, la encarcelación[113]
de sus referentes y hasta la muerte“…Salta es muy feudal, no
puede ser que hoy en democracia te sientas perseguido, porque sos perseguido, en cualquier movimiento que realizas te
meten preso, o te persiguen a la familia.”[114]
Sin embargo, en este juego
de transacciones, la organización sí mantiene vínculos directos y específicos,
con algunos ministros del gobierno nacional, como la ministra de Desarrollo
social Alicia Kirchner, el ministro de Trabajo Carlos Tomada y de obras públicas
De Vido. Sobre todo, reconocen una ampliación al
diálogo y la negociación con el gobierno nacional, desde la asunción de la
presidencia por parte de Néstor Kirchner. Sin embargo, en el juego de
fabricar-se y de ese modo des-hacer-se como sujetos gobernables, señalan: “Acá vos no les estas pidiendo nada, ni dadiva, ni nada, le estas
pidiendo única y exclusivamente lo que a vos te corresponde”[115]
. En tal sentido, la UTD no
apuesta al juego que instala el gobierno de la pobreza ante todo, y con ello
las prácticas políticas de la “inclusión”, los avatares de la desigualdad, de
los derechos impuestos, el juego de la estadística, del gobierno de la
seguridad y la asistencia, cuyos objetivos remiten a la racionalización
económica y estabilización política, así lo resumen estas palabras: “…no queremos ser incluidos” [116].
Esto va de la mano con la singularidad autonómica de
las prácticas de resistencia de UTD, en tanto se inscriben en el seno de una
historia sólida, real y concreta, que es inmediata, que se acepta y se re-crea. Pues, lo que está en cuestión es
el poder y los modos de ejercerlo, sobre
los mismos sujetos y/o territorios, a partir de lo cual, en el caso planteado,
se tejen otras redes y otros modos de ejercer dicho poder, astuta y
tácticamente, por ejemplo “…se negocia o se dialoga
con objetivos y con pruebas, vas hablar con pruebas con hechos demostrando y
después vas con las propuestas y les decís “mira lo que se puede hacer”[117]. Así se afirma la autonomía de la UTD, en
un haz movedizo de prácticas entre vínculos astutos, resistentes y cotidianos,
entre la negociación, decisión, articulación, desarticulación y
reconfiguración. Para esto, el lema que parece atravesar el estar siendo de la
organización es el de: “Protestar con propuestas”.
5-A modo de conclusión…
Acorde a lo desandado, es
posible referir a cómo las prácticas
cotidianas y locales de resistencia y autogobierno de la UTD Mosconi resultan productivas y creativas, poiéticas y poéticas;
lo cual se resume en las palabras de uno de los referentes de la UTD: “…nuestro poder es la creatividad, no la fuerza…”[118].
Ante todo, la producción creativa, que atraviesa y constituye las prácticas
diarias de la UTD, se encuentran en el cómo están siendo reconstruídas
las tramas laborales heredadas y obtenidas en un abanico de posibilidades, no
muy favorables; en tal sentido se tejen redes vinculares con los Estado-s, los
clubes, las iglesias, las empresas, entre otros espacios (instituidos o no), en
un campo de transacción movedizo y siempre abierto. Mientras que, en este
juego, los “desocupados” advienen trabajadores desocupados y, en instancias de
lucha, piqueteros, resistiendo y re-existiendo en lucha por el trabajo y en
defensa de la vida.
En tal sentido, emergen y
se instalan procesos de invención siempre fluida, en la cual hay papeles que
pueden modificarse, hay reglas que puedes transgredirse y/o hay constitución de
espacios en torno de la transgresión y la clandestinidad, así como la
transacción y la aceptabilidad. Esto es, en la puesta en juego de un haz de
relaciones, que pasando de un punto al otro ejercitan un proceso que a su vez
también pasa, se mueve se desarma y se rearma, de un modo inmediato a veces y
provisorio otras. A partir de lo cual se impugna el orden que se les dispone
y/o gobierna, en un espacio de simultaneidades heterogéneas y heterocrónicas, mientras también se impugnan a sí mismos,
en el constante proceso de des-sujeción critica, entre discursos múltiples e
identidades heterogéneas.
Por tanto, en el proceso de problematización de las
relaciones establecidas, de una genealogía de las prácticas y de los procesos
de subjetivación la UTD, como espacio singular y heterogéneo, éste no agota, en
absoluto, las prácticas de libertad. En su localidad, territorialidad y
cotidianeidad, la UTD abre espacios de libertad concreta y con ello de
transformaciones posibles.
Ingresó: 14/02/14
Aceptado: 29/04/15
LAS PRÁCTICAS DE RESISTENCIA Y AUTOGOBIERNO DE LA
UNIÓN DE TRABAJADORES DESOCUPADOS DE GRAL. MOSCONI-SALTA: APROXIMACION CRÍTICA
Resumen
Siguiendo
el camino del pensar foucaultiano y las herencias que
el mismo tiene en América Latina, se trata de ensayar un acercamiento crítico a
las prácticas de resistencia y autogobierno de la Unión de Trabajadores
Desocupados de Gral. Mosconi. Se parte del análisis de relaciones y
dispositivos del poder desde una consideración heterárquica
y estratégica del mismo, es decir no jerárquica y no dialéctica. El
objetivo es analizar las prácticas y procesos singulares de resistencia de la
UTD Mosconi, en tanto impugna el orden que se le
dispone en un abierto tejido relacional y movedizo. Estas prácticas y
lógicas de poder, saber y ser operan como resistencias a ser conducidos de
cierto modo. Ante
todo, la experiencia de UTD resulta local y movediza, con extensos efectos de
irradiación a nivel local, regional y nacional, en tanto, lo que está en
cuestión es el poder y los modos de ejercerlo. Por lo cual resistencia no es
sinónimo de revolución, cuyo carácter vertical pretende aniquilar el poder
desde el origen. Lo antedicho se realiza desde una perspectiva genealógica y etnográfica de análisis, en diálogo crítico
con las diferentes corrientes, que en las ciencias sociales trabajan la
cuestión.
Palabras claves: Resistencia - Autogobierno
- Gobierno - Trabajadores Desocupados - Crítica.
RESISTANCE
AND SELF-GOVERNMENT PRACTICES OF UNEMPLOYED WORKERS UNION OF GENERAL MOSCONI -
SALTA: A CRITICAL APPROACH
Abstract
Following the path of Foucault’s thinking and its
legacy in Latin America, this paper proposes a critical approach to the
practices of resistance and self-government of the Union of Unemployed Workers
of General Mosconi,
Key words: Resistance - Self-government -
Government - Unemployed - Critical.
[1]Licenciada
en Filosofía, Profesora de Filosofía, Especialista en Políticas Sociales.
Doctoranda UBA (Doctorado en Filosofía, área Antropología). Docente, J.TP. a
cargo de la asignatura Filosofía y Teoría Política U.N.S.A. Integrante de proyectos de investigación
PICTO y CIUNSa. Correo electrónico:
corapaulizzi@yahoo.com.ar.
[2] Singularidad: “…ni encarnación de una esencia, ni individualización de una especie”
Foucault, Michel, “¿Qué es la Crítica? (Crítica y Aufklärung)”,
en Revista de Filosofía. Nº 11. París,
Francia, 1978-1985, p.:15
[3] El gobierno es comprendido en el trazo e
la perspectiva de gubernamentalidad sugerida por
Foucault entre 1976 y 1979. Por gubernamentalidad:
“...Entiendo el conjunto constituido por las
instituciones, los procedimientos, análisis y reflexiones, los cálculos y las
tácticas que permiten ejercer esa forma bien específica, aunque muy compleja,
de poder que tiene como blanco principal a la población, por forma mayor de
saber a la economía política y por instrumento técnico esencial a los dispositivos
de seguridad.“ Foucault, Michel, Sociedad Territorio y
Población. Fondo de Cultura Económico, México, 2006., p.: 136).
Mientras que, el gobierno no refiere sólo a la dirección de los Estados y las
instituciones: “Gobernar
(…) es estructurar un campo posible de acción de los otros”.
Foucault, Michel, “El Sujeto y el poder”, En: Michel
Foucault. Más allá del estructuralismo y la hermenéutica. Nueva
Visión. Bs. As. Argentina, 2001, Pp.: 254
[4] La pobreza, desde la perspectiva de la gubernamentalidad, es comprendida como “dispositivo del
poder”, es decir como una construcción heterogénea, que se transforma
constantemente entre y en relación con prácticas diversas, no sólo centradas en
el Estado (Murillo, Susana, Prólogo, “La muerte y el gobierno de los pobres”,
en: Giavedoni
José, Gobernando la Pobreza. La energía como dispositivo de gestión
de los sectores populares. Homo
Sapiens, Ed. Rosario, Argentina, 2012ª.,
p.:11-16
[5]
Castro Gómez, Santiago, “Michel
Foucault y la colonialidad del poder”, en Revista: Tábula Rasa.
Nº.6, Bogotá, Colombia, 2007, pp.: 172-3. En vinculación
con la red de investigación modernidad/colonialidad, atravesados por el pensamiento de Aníbal
Quijano (colonialidad del poder) y Enrique Dussel (transdisciplina), así
como por la teoría del “sistema-mundo” propuesta por Wallerstein,
Castro Gómez cuestiona la influencia metodológica, que en estas propuestas, ha
tenido lo que llama la “representación jerárquica del poder”. Para dar cuenta
de su posición recupera, el pensamiento de M. Foucault (76´, 78´, 79´) y señala
que se trata de diferentes lógicas de poder, que aparecen en diferentes
coyunturas históricas y, que en algún momento pueden llegar a “enredarse”
temporalmente, sin que ello signifique que haya una “subsunción real” de una de
las lógicas dominantes de las otras.
[6] Las
prácticas (discusivas y no discursivas) emergen en un momento específico de la
historia y quedan inscriptas en relaciones de poder, que tejen redes. Por eso:
“...aunque las prácticas son singulares y
múltiples, deben ser estudiadas como formando parte de un ensamblaje, de un
dispositivo que las articula”, el cual funciona a partir de
“reglas”. Castro Gómez, Santiago, 2010...ob.cit., p.:29.
[7] Foucault, Michel, Nacimiento de la Biopolítica. Fondo de Cultura Económica,
Argentina.1979-2007, p.: 62.
[8]
Foucault, Michel, “Entrevista: sexo,
poder y política de la identidad”, En: Estética
Ética y Hermenéutica, Vol. III. Edi., Paidós. Bs. As., Argentina, 1982-1999, p.: 432.
[9] Foucault, Michel, Defender la
Sociedad., Fondo de Cultura Económico, Argentina, 1976-2000, p:117
[10] Dispositivo remite a: “. (…) un conjunto decididamente heterogéneo que comprende discursos,
instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes,
medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas,
morales y filantrópicas…”. Foucault, Michel, “El juego de Michel Foucault”, en: Saber y Verdad. La piqueta. Madrid, 1991, p.: 128
[11] Foucault, Michel, 1982-1999, p.: 422.
[12]
Giraldo Díaz, Reinaldo, “La ética en
Michel Foucault o de la posibilidad de la resistencia”, En Revista Tabula Rasa N°10, Bogotá, Colombia, 2009, pp.:
255-241.
[13]
Giraldo Díaz, Reinaldo, 2009, ob. cit., p.: 106
[14] Foucault, Michel, 1982-1999, ob, cit., p.: 418.
[15] Foucault, Michel,
1982-1999, ob, cit., p.: 421
[16] La noción “estar siendo”, si bien es
recuperada del entramado enunciativo kuscheano,
pretende, ante todo señalar el carácter “gerundivo
del ser” y por ende, no esencializar al ser,
sino nominarlo en el existir. Esto es,
en el orden las prácticas, en sus paradojales y múltiples modos de ser
posibles. Sin por esto, remitir a “lo dado que está”, si no a las condiciones
históricas a partir de las cuales y entre las cuales los diferentes “modos de
estar siendo” llegan a ser reales y posibles. Se rescata de Kusch,
su práctica/intento por des-sustancializar y
dinamizar el ser heredado del occidente colonial, y de ese modo des-enmascarar
las múltiples posibilidades de estar, que cobran cuerpos y formas diferentes en
suelos específicos. Ver: Ver: Kusch, Rodolfo, Esbozo de una antropología filosófica Americana, Tomo III.
Obras Completas, Edic. Fundación Ross, Rosario, 2000,
Pp.: 241-434.; Kusch, Rodolfo, Geocultura del Hombre Americano,
Tomo III, Obras Completas, Edic., Fundación Ross, Rosario, Argentina, 2000, Pp: 5-231.
[17]
Foucault, 1982-1999, ob, cit.,
p.:423
[18] Acorde a lo antedicho, También, en la Tesis IV cuando Benjamín señala la
espiritualidad que guía la lucha de clases hace referencia a la confianza (Zuversicht), el coraje (Mut), el humor (Humor) y la astucia (List). Michel Löwy (2003: 68) sostiene que la inclusión de estas dos
últimas cualidades reflejan la influencia de Brecht. [T I.1: 694, IV] Esto lo
distancia, también de la crítica a la astucia por parte de Horkheimer
y Adorno, quienes la identifican con la razón instrumental, mientras que Benjamín la pone del lado de los
que luchan. Benjamin, Walter, Tesis sobre la historia y otros fragmentos,
Introducción y traducción de Bolívar Echeverría, México, UACM / Ítaca, 2008; Löwy, M., Walter
Benjamín aviso de incendio. Una lectura de tesis sobre
el concepto de historia, Fondo de cultura económica, Buenos Aires,
2003, p. 67; Ruidrejo, Alejandro, Foucault, Modernidad y Libertad (Los avatares de la crítica),
Tesis de Maestría en Filosofía contemporánea, Inédita, Universidad Nacional de
Salta, Argentina, 2006.
[19]
De Certeau, La Invención de lo Cotidiano, Tomo I. Artes de
Hacer, Edic., Universidad Iberoamericana,
México, 2000, Pp.: 91-92.
[20] Manzano, Virginia, “Piquetes y acción
estatal en Argentina: un análisis etnográfico de la configuración de procesos
políticos”, En: Grimberg, Mabel; Fernández Álvarez,
María Inés y Carvalho Rosa, Marcelo (Edit) Estado y Movimientos sociales: estudios etnográficos en Argentina y
Brasil. Antropofagia, Bs. As., Argentina, 2009, Pp.:15-36
[21] Castoriadis, Cornelius, La cuestión de la Autonomía social e individual, Texto
aparecido en Contra el poder, Madrid, junio, 1998. P.: s/d
[22] Ver: Kusch,
Rodolfo, 2000, ob, cit.
[23]
Ver: Murillo, Susana, El discurso de Foucault: Estado, locura y anormalidad
en la construcción del individuo moderno, Oficina de Publicaciones del CBC/UBA, Bs. As.,
Argentina, 1996.
[24]
Castro Gómez, Santiago, 2010, ob.cit.,
p.: 49. Este ejercicio implica una práctica problematizadora,
que contribuye a desnaturalizar y des-sustancializar,
no sólo las prácticas de gobierno y resistencia, si no nuestra conducta
presente-actual.
[25] Foucault, Michel, Seguridad
Territorio y Población, Fondo de cultura económico, Argentina, 1978-2006, p.:144
[26] El enfoque etnográfico propuesto se teje en una vinculación dinámica entre las perspectiva del investigador y las perspectivas nativas, las cuales, si bien resultan “construcciones analíticas” no son “ficticias”, en tanto tienen un fundamento empírico específico y contextual. Balbi, Fernando, “La integración dinámica de las ‘perspectivas nativas’ en la investigación etnográfica”, en: Intersecciones en Antropología, N°14, Bs. As., Argentina, 2012, p.: 493. Guber, Rosana, La etnografía. Método, campo y reflexividad, Edic., Norma, Bs. As., Argentina, 2001
[27] Ensayo biográfico tomado
del: Dictionaire des philosophes,
Vol. I, París: PUB, 1984, pp. 941-944. El autor del ensayo, identificado como “Maurice Florence, écrivain”, es en
realidad, el mismo Foucault. Foucault realizó este ensayo a pedido del editor
del Dictionaire, Dennis Huisman. Traducido del francés y al inglés por Jackie Urla
[28]
Giavedoni, José, 2012b., ob.cit., p.: 254
[29]. Ver: Svampa, Maristella y Pereyra, Sebastián, “La política de los
Movimientos piqueteros”, en: Shuster, Federico; Naishtat,
Francisco, Nardacchione Gabriel y Pereyra, Sebastián,
(Comp.), Tomar la palabra. Estudios sobre protesta social y
acción colectiva en la Argentina contemporánea, Prometeo. Bs. As., Argentina, 2005, Pp.: 343-364; Svampa,
Maristella, “Movimientos Sociales, matrices
socio-políticos y nuevos escenarios en
América Latina”, One World Perspectives,
Working Papers 01 / 2010.
http://www.social-globalization.uni-kassel.de/owp.php.,
consultada en junio del 2012; Bonifacio,
José Luis, Protesta y organización. Los trabajadores
desocupados en la provincia de Neuquén, El Colectivo, Bs. As.,
Argentina, 2011; Benclowics, José Estado de Malestar y Tradiciones de Lucha. Genealogía del Movimiento
Piquetero de Tartagal-Mosconi (1930-2001), Biblos, Bs. As.,
Argentina, 2013; Schuster, Federico y Pereyra,
Sebastián, “La Protesta Social en la Argentina democrática: Balance y
perspectivas de una forma de acción política “, En: Giarracca,
Norma (Comp.), La Protesta Social en la Argentina.
Transformaciones económicas y crisis social en el interior, Alianza
Editorial, Bs. As., Argentina, 2001,
Pp.: 41-63; Murillo Susana, con la colaboración de Seoana,
José, Posmodernidad y Neoliberalismo, Reflexiones
críticas desde los proyectos emancipatorios de
América Latina., Edic. Luxemburg,
Bs. As., Argentina, 2012; Tarrow, Sidney El poder en movimiento.
Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política.
Alianza, Madrid, España, 1997-2009; entre otros.
[30] Por ciclo de acción
se entiende una fase de incremento del conflicto y la contienda través del sistema social que incluye: una
rápida difusión de la acción colectiva de los sectores mas movilizados a los
menos, un paso acelerado en la innovación de las formas contenciosas, nuevo o
transformados marcos de acción colectiva, una combinación de participación
organizada o espontanea y secuencias de interacción entre quienes protestan y
las autoridades, que pueden terminar en reforma, represión y algunas veces en
revolución. Ver: Tarrow, Sidney,
1997-2009, ob.cit.
[31]
En Argentina, diversos autores han propuesto el concepto de “protesta social”
para analizar los diferentes procesos de sublevación y de movilización, estos
enfoques parten de un reconocimiento crítico al enfoque de los movimientos
sociales de la década de los ochenta, ante todo. El concepto de protesta social
posibilitaría dar cuenta tanto del carácter segmentario de la acción colectiva,
como de los sentidos políticos particulares de cada protesta o ciclo de
protestas. Este concepto sería aplicable a acontecimientos de carácter contencioso
e intencional, de visibilidad pública, orientados al sostenimiento de demandas
centralmente referidas al Estado. Ver: Auyero,
Javier, “La vida en un piquete.
Biografía y protesta en el sur
argentino”, en Apuntes de Investigación del CECyP, N°
8, Bs. As., Argentina, 2002ª; Auyero, Javier, La protesta. Retratos de la beligerancia popular en la Argentina
democrática, Libros del Rojas-UBA, Bs. As., Argentina, 2002b.
[32]
Shuster, Federico, 2005, ob.cit.,
p.: 43
[33] Manzano, Virginia,
“Desempleo, 'piquetes' y acción estatal en Argentina: Análisis
antropológico de un campo de relaciones sociales y políticas”, en: Anales de la
VI RAM, Reunión de Antropología del Mercosur, Montevideo, Uruguay, 2005.
Manzano, Virginia, "Poder y relaciones de intercambio en el mundo de las
organizaciones de desocupados del Gran Buenos Aires", en Etnía, Instituto de Ciencias Antropológicas, UNCPBA,
Nº 48, Bs. As., Argentina, 2007; Quirós, Jimena, Cruzando la
Sarmiento. Una etnografía sobre piqueteros en la trama social del sur del Gran
Buenos Aires, Antropofagia, Bs. As., Argentina, 2006. Manzano, Virginia, Fernández Álvarez, María Inés, Trigubof, M, Gregoric, J.J,
“Apuntes para la construcción de un enfoque antropológico sobre la protesta y
los procesos de resistencia social en Argentina”: en: Grimberg,
Mabel, Fernández, M.J. y Fernández Alvares, María Inés (Comp)
Investigaciones en Antropología Social, coedición
FFyL- Antropofagia, Bs. As., Argentina, 2008; Grimberg. Mabel, “En defensa de la salud y la vida”.
Demandas e iniciativas de salud de agrupamientos sociales de la Ciudad de Buenos Aires y
Conurbano Bonaerense -2001 a 2003”, en Avá.
Revista de Antropología, N° 7, Universidad Nacional de Misiones,
Argentina, 2005, Pp.: 1-21,; Carenzo, Sebastián y Fernández Álvarez, María Inés,
Dossier: “El Estado: otras miradas El asociativismo como ejercicio de gubernamentalidad: "cartoneros/as" en la
metrópolis de Buenos Aires”, en Revista Argumentos, Vol. 24,
N°65, México, ene./abr , 2011, Pp.: 171-193
[34] Wahren, Juan, Movimientos sociales y disputas por el territorio y los recursos
naturales: La Unión de Trabajadores Desocupados de Gral. Mosconi
en Argentina y la Asamblea del Pueblo Guaraní de Tarija en Bolivia (1995/2010),
Tesis Doctoral, Inédita, Facultad de Cs. Sociales, U.B.A, Bs. As., Argentina,
2011, Giarraca
Norma y Wahren Juan, “Territorios en disputa:
iniciativas productivas y acción política en Mosconi,
Argentina”. En: Reforma Agraria y lucha por la tierra en
América Latina. Territorio y Movimientos sociales. Observatorio
Social de América Latina, Vol. 16, Clacso, Argentina,
2005.
[35]
Benclowicz, José, Estado de Malestar y
Tradiciones de Lucha. Genealogía del Movimiento Piquetero de Tartagal-Mosconi (1930-2001), Biblos, Bs. As., Argentina, 2013.
[36]
Foucault, Michel, “Metodología para el conocimiento del mundo: cómo deshacerse
del marxismo”, En: Miche Foucault, el poder,
una bestia magnifica, sobre el poder, la prisión y la vida, Siglo
Veintiuno Editores, Bs. As., Argentina, 1978-2012. Pp.: 87-112
[37] La cuestión de las “prácticas”, en el
pensamiento de Foucault, refieren a lo
que los hombres realmente hacen cuando hablan o cuando actúan: “...no son expresión de algo que está “detrás” de lo que
se hace (el pensamiento, el inconsciente, la ideología, las mentalidades) sino
que son siempre manifiestas; no remiten a algo fuera de ellas que las explique.”[37]. Castro Gómez, Santiago, 2010, ob, cit., p.:28.
[38]
Giavedoni,
José, “Resistir en la tierra del panoptismo.
Esbozo en torno al problema de las relaciones de poder y las resistencias desde
una perspectiva faucaultiana”, Revista Tabula
Rasa, N° 16. Bogotá, Colombia, 2012b, pp.: 243-261
[39] La ciudad de General Enrique Mosconi
está ubicada al norte de la República Argentina específicamente, en la
Provincia de Salta. Se encuentra sobre la ruta nacional 34 y a una distancia de
340 Km de la Capital Salteña. Integra uno de los seis municipios del
Departamento General San Martín. Limita, al norte con parte de la localidad de Aguaray, al sur con la localidad de General Ballivián, al Este con la ciudad de Tartagal
y al Oeste con el Río Grande de Tarija (Bolivia) La ciudad cuenta con una
población estable aproximada de 19.000 habitantes, el Dpto. Gral. San Martín
posee 156.910 habitantes, en un total de 1.214.441 a
nivel provincial. (Censo 2010)
[40]La
privatización de YPF en sus inicios apuntó a ajustar costos operativos de
la reduciendo, sobre todo, el número del
personal. Pero, también se redefinieron las estrategias de explotación,
modificando la cantidad y ubicación de pozos, refinerías y administración en
todo el país.
[41]
La “emergencia acontecimental” de la UTD refiere a la
irrupción de la misma en el espacio local, y con ello a la trasgresión y el
quiebre de órdenes dispuestos, mediante prácticas de des-sujeción y
re-subjetivación. Esto no implica una especie de argé de la organización, si no una reconfiguración
singular de las tradiciones y prácticas de lucha que han atravesado y, aún lo
siguen haciendo.
[42] Luce Giard, en De Certeau,
Michel, La Toma de
la Palabra y otros escritos políticos, México, Universidad
Iberoamericana, 1995, Pp. 22-26
[43] El
“moribundo” junto con el “ocioso”, según De Certeau:”…son proscriptos (autcast) porque son
marginales de la institución organizada por y para la conservación de la vida.
(…) Junto con el ocioso el moribundo es inmoral (…); ambos intolerables en una
sociedad donde la desaparición de los sujetos en todas partes se
compensa y de disfraza por la multiplicación de las tareas”. De Certeau, 2000, ob.cit., p.: 208)
En los tejidos socio-políticos de perfil neoliberal de la época en que emerge
la UTD, la figura del moribundo-desocupado encarna ese sin-sentido, por tanto, “hay que eliminarlo”, De
Certeau, 2000, ob.cit., p.:
208. La “eliminación del moribundo
desocupado” implicó e implica, por un lado la puesta en juego de mecanismos
dirigidos a construir subjetividades pobres emprendedoras y autogestivas-
que necesiten cada vez menos del Estado-, así como la puesta en marcha de mecanismos de
represión directa, eliminando a esas
“poblaciones no deseadas”-racismo de Estado.
[44] Svampa, Maristella y Pereyra, Sebastián, Entre la ruta y el barrio. La experiencia de las
organizaciones piqueteras,
Biblos, Bs.
As., 2003.
[45]
Ver: Palermo, Hernán, Trabajadores del Oro
Negro. Un abordaje socioantropológico sobre el
“esplendor” y el “ocaso” de YPF. Tesis Doctoral. FFyL-UBA.
Bs. As., Argentina, 2010, Pp.: 28-29
[46]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de junio de
2011, dirigido por la
“Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[47]Información obtenida en la
realización de un taller, en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo
perteneciente a la UTD, en el marco de la investigación de tesis doctoral y del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[48]La planta, que
contaba en 1990 con 51.000 empleados, luego de un acelerado proceso de
restructuración que incluía retiros voluntarios y despidos, paso a tener 5.600
empleados. Las bajas contabilizadas entre 1990 y 1997 fueron: para la zona
salteña, 3.400. Ver. Pereyra,
Sebastián, 2006, “¿De las acciones de lucha a los proyectos
productivos? La experiencia de
la Unión de Trabajadores Desocupados de General E. Mosconi en la Provincia de
Salta”, en: Cuadernos de CLASPO, Nº 19, Argentina,
2006.
[49]Información obtenida en la
realización de un taller, en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo
perteneciente a la UTD, en el marco de la investigación de tesis doctoral y del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[50] Rodolfo Kusch, Vida y Muerte en América, Tomo I, Obras Completas, Edic. Fundación Ross, Rosario, Argentina, 2000., Pp.: 596
[51] Una de las
prácticas de resistencia y lucha más radicalizadas a inicios de los 80´ fue “el corte de pista del aeropuerto de Mosconi”,
en oportunidad del arribo de un avión que trasladaba autoridades de YPF y del
gobierno, las cuales no pudieron descender del avión a causa de las
manifestaciones, que atravesaron las calles de Mosconi
y de diferentes dependencias de YPF. Otra de las prácticas de lucha, en junio
de 1988, se dio en la ruta nacional 34 mediante una huelga autoconvocada
(docentes, estudiantes, padres, trabajadores), que finalizó en cortes de ruta.
Dichos cortes fueron dispersados por gendarmería y la policía y no se
prolongaron demasiado, la modalidad de lucha fue retomada años después. También
la fragmentación y divergencia comienza a sentirse al interior del sindicato, para
marzo de 1991 el cuerpo de delegados convocó a una asamblea “para discutir un
plan de acción por el salario y para oponerse al plan de entrega del petróleo”,
a partir de lo cual se conforma una agrupación que nuclea a los trabajadores
“activistas” que se oponían a la privatización, la Agrupación de Trabajadores Ypefianos contra la Privatización. Para setiembre del mismo
año se convoca a una asamblea que se extiende en el tiempo y el número de
integrantes, llegando a considerarse la “primer pueblada de la zona”. Ver: Benclowicz, José, 2012, ob. cit., Pp.: 145, 165.
[52]Información obtenida en la
realización de un taller, en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo
perteneciente a la UTD, en el marco de la investigación de tesis doctoral y del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[53]
Aguilar, María Ángela y Vásquez,
Estela, “De YPF a la ruta: un
acercamiento a Tartagal”, Ponencia presentada en Congreso de
ALAS. Comissao de Trabalho
Nº 13, Brasil. 1997, p.: 3.
[54]En 1996 se había producido el
primer corte de ruta motorizado por una multisectorial comunitaria en Cutral-Có y Plaza Huincol de Neuquén.
[55]Cabe mencionar, como antecedente
inicial la toma del Concejo Deliberante en Mosconi en
1996. Como corolario de este hecho político se consiguieron los primeros planes
de empleo y bolsones, en el marco de lo que sería el Plan Trabajar I, los
cuales quedaron bajo la administración del municipio.
[56]Frente País Solidario, partido
político conformado por una alianza de sectores disidentes del peronismo,
izquierda y militantes de los derechos humano.
[57]
Siguiendo el
trabajo genealógico de Benclowicz, hacia 1936 en Tartagal, el Centro Comercial y el periódico La Frontera, único medio de comunicación local de la época,
impulsaron una serie de reclamos bajo el lema de la “reparación histórica”, que
derivaron en la realización de la primera asamblea popular que se conozca en la
zona. En 1996, apoyada por un sector de pequeño empresarios y por los
principales medios de comunicación locales, se conformó la Comisión de Vecinos
de Tartagal que impulsó un conjunto de reclamos
orientados a exigir una “reparación histórica” del departamento San Martín. En
dicha oportunidad, el proceso también desembocó en la convocatoria de una
asamblea popular que marco el inicio del llamado “Tartagalazo-Mosconazo
en 1997”. Benclowicz, José, 2012, ob.cit.,
p.: 176
[58] Diario Clarín, “Deciden mantener el
corte de ruta”, 12/05/ 1997. En: Pereyra, Sebastián, 2006, ob.cit., p.: 13.
[59]
Un segundo gran corte se da en 1999 por un conflicto con el gremio estatal ATE,
se decide el levantamiento luego de negociaciones diversas, como la
reincorporación de los municipales despedidos y el mantenimiento de los planes.
Acontece en el 2000, el tercer gran corte y pueblada., el cual aún se realiza con
los ciudadanos y organizaciones departamentales unidas, aunque se avistan las
diferentes líneas de fuerza. En dicho corte tuvo intervención la gendarmería
ejerciendo una fuertísima represión, a la cual resistieron un grupo de 300
piqueteros en la ruta, divididos en dos piquetes y bajo la petición de por lo
menos los siguientes puntos: el desprocesamiento de los piqueteros y el aumento
de la cantidad de planes trabajar. Finalmente, una comisión negociadora del
gobierno nacional llegó a Mosconi y entabló diálogo con los piqueteros, sin que por
ello se frenaran las olas represivas que, en e 2001 terminan con los asesinatos
señalados. Entre estos levantamientos, en noviembre del 2004, los ex trabajadores de YPF
bloquearon el acceso a las petroleras y cortaron la ruta 34, en la lucha por
trabajo genuino, el pago la deuda que contrajo con ellos el Estado en el
momento de la privatización. Este levantamiento y
corte término en una fuerte represión y el encarcelamiento de algunos
referentes; a partir de lo cual se desencadenó el levantamiento de la población
de Mosconi, que tomaron las sedes de Tecpetrol y Pluspetrol,
lo que provocó grandes disturbios, que
según integrantes de UTD, fueron también propiciados por el accionar de
la policía. El 25 de Marzo de 2009 se realizó
un corte de ruta por la suspensión de obras, que pretendían ser retomadas por empresas pertenecientes al ex gobernador de Salta, Juan C.
Romero y al intendente de Mosconi Isidro Ruarte;
también los integrantes de UTD fueron reprimidos. En el 2010, en el cruce por
la propiedad y pertenencia de los galpones de la “zona industrial” en donde UTD
realiza varios de sus proyectos, Pepino Fernández fue detenido, mientras se
realizaban diversos cortes de ruta, así como enfrentamientos con la policía;
finalmente los galpones quedaron en manos de la UTD bajo un convenio firmado
con la municipalidad. A principios del mes de julio 2013 la UTD salió a cortar la ruta luego de varios
años sin hacerlo; luego del corte, cuando la provincia aceptó sentarse a
negociar un petitorio, en el cual había puntos que se arrastran desde los años
30´, UTD a través de su referente Pepino Fernández, no quiso negociar por
10millones para obras, que debían repartirse entre las organizaciones dirigidas
por Tayson Fernández,
Mario Rearte y UTD. La radicalidad en la
decisión se sustenta en la necesidad de lo que llaman “trabajo a mano o trabajo
a pala”, que remite al trabajo no maquinizado. En la actualidad los cortes de
ruta y ocupación de las mismas son prácticas esporádicas y especificas, pues la
UTD no apoya a otras organizaciones piqueteras locales y su actividad está,
ante todo, centrada en el sostén y gestión del trabajo logrado a lo largo de
los años de lucha.
[60] En una de estas prácticas represivas se culmina con el asesinato de Aníbal Verón, también en junio del 2001, luego de varios días de corte, en los cuales UTD acompañaba una lucha del Sindicato de Obreros de la Construcción (UOCRA), en un enfrentamiento con la policía fueron muertos Oscar Barrios y Carlos Santillán.
[61]
Las “actas acuerdos” no solo comprendían la obtención o el aumento en el acceso
a planes de gobierno, también tenían entre sus puntos: el pedido de obras de
gas, agua y cloacas; la reestructuración de la deuda a los ex/trabajadores de
YPF, el reconocimiento de de la deuda histórica, la reactivación de los puestos
de trabajo, entre otros.
[62] Foucault, Michel, “La Filosofía Analítica
de la Política”, en: Estética, Ética y
Hermenéutica, Obras Esenciales Vol. III. Ed. Paidós. Bs. As., Argentina,
1978-1999, pp.:120.
[63]
José “Pepino” Fernández, entrevista en: Sacchi, Paulo,
La Protesta social en el Norte Argentino. Los
piqueteros de Mosconi UTD. Trabajo Final
de Tesis de Licenciatura en Sociología. Universidad Nacional de Stgo. Del Estero. Inédita, 2004. p. s/d
[64]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de junio de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[65]
Carlos, entrevista en: Sacchi. (2004), ob, cit., p.: s/d
[66]
Rodolfo “Chiqui” Peralta, en: Revista de política y
Cultura “La Maza”, 2001, ob.cit., p.: 18
[67]
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, entre los meses de julio y
agosto de 2013, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[68]
Cabe mencionar que la región ha sido una zona de
luchas históricas. Entre ellas: a) la reivindicación de los Pueblos Originarios
por el derecho al territorio, base de la reproducción social y cultural de sus
comunidades. Recordemos que la zona involucrada reúne la mayor diversidad
étnica y presenta un importante peso de población indígena siendo asentamiento
de parcialidades aborígenes pertenecientes a distintos grupos étnicos, entre
ellos: Guaraní, Chané, Wichí,
Chorote, Chulupí.
b) Las luchas llevadas adelante por los trabajadores organizados en
defensa de mejoras en las condiciones de trabajo y, frente a los procesos de
tecnificación de las agroindustrias azucareras (fines de los años ‘60 y
comienzas de los ‘70), las luchas por la defensa de los puestos de trabajo. c)
Las luchas sindicales en contra de la privatización de las empresas del Estado
y por la defensa de los puestos de trabajo. d) las luchas anarquistas y de
izquierda local. Petz, Ivanna,
2005, “Acerca de los sentidos políticos del movimiento social en el norte
argentino: el caso de la Unión de Trabajadores Desocupados de General Mosconi”, en: Cuadernos de Antropología Social, FFyL-UBA, Nº 22, Bs. As., 2005, Pp.: 77-93, 2005; Benclowicz, José, 2013, ob. cit., Pp.: 95-125
[69]
Extractos de entrevistas grupales, realizadas en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, entre los meses de setiembre
de 2011 y junio de 2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[70]
Extractos de entrevistas grupales, realizadas en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, entre los meses de setiembre
de 2011 y junio de 2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[71]Entrevista,
Juan Carlos “Jipi” Fernández realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de julio de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[72]
Ver: Wahren, Juan, 2011, ob. cit., p.: 182
[73]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de junio de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[74]
Pereyra, Sebastián, 2006, ob.cit., p.:
31
[75]
Esto no implica que “no vuelvan a cortar y tomar las rutas”, pues esto
permanece latente como estrategia de
lucha ofensiva, que es realizada, según circunstancias especificas.
[76] Paulizzi, Cora,
“Gobernando para el mercado y en
contra del mercado: La gubernamentalización del Estado, en la Argentina actual
(2003-2012)”, Revista Herramienta,
N°54, Bs. As., Argentina, 2014, pp. 73-81. Paulizzi, Cora, “Re-configuración del Estado y
re-invención de lo social, en la Argentina actual. El gobierno de la pobreza
(2003-2012), en Revista Trabajo y Sociedad,
Nº 24, Stgo.
del Estero, Argentina, verano 2015, Pp.:
183-205.
[77]
Fue en una caminata por las obras en construcción junto con Pepino Fernández,
en la cual nos comentaba sobre la visita de la Ministra, recordando que, cuando
regresaban de mostrarle los proyectos de los galpones ella dijo: “...a esta gente hay que ayudarla”, palabras estas que, por un
lado son valoradas por el referente de la UTD, en tanto reconocen su trabajo, y
por otro son descalificadas considerando que si ellos no se mueven, el trabajo
“decente”, según enunciados del Ministerio, nunca llega a la localidad. A su
vez, también han sido ejercidas, desde los 90´ hasta ahora, diferentes tácticas
de cooptación y coimas:” Acá a la
vuelta, cuando salí de la cárcel en la época de Kirchner, me ofrecieron para
que sea gerente del Banco Nación. Después una jubilación y pensión del ANSES…También
la gendarmería me ofreció muchísima plata…Pero nunca acepté”.
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante los meses de julio y
agosto de 2013, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[78]
Entrevista, Rodolfo “Chiqui”
Peralta, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2013, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[79]
Para junio del 2012 gestionaba 230
cooperativas, 332 Seguro de Capacitación y Empleo (viejos y nuevos), 270 Más y
Mejor Trabajo y 414 Salarios Familiares de ANSES. Para 2013 entre unas 360
cooperativas, 240 Más y mejor Trabajo y 639 salarios, contando la organización
con un total inestable de 4000 trabajadores. Fuente: oficina administrativa UTD
Mosconi.
[80]
Entrevista, Rodolfo “Chiqui”
Peralta, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2013, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[81]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[82]Entrevista, Juan
Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[83]
Cabe aclarar que estas prácticas cotidianas se realizan sin permiso,
es decir a partir de la decisión autónoma de la UTD para comenzar y
desarrollar las obras, lo cual, en algún momento del proceso necesita de la
gestión jurídica-gubernamental que es menester realizar en los ministerios,
municipalidades, por ej.: habilitar la
luz, la apertura de escuelas, la medición de terrenos, etc.
[84] La UTD recicla algunos materiales y
vehículos de la antigua YPF.
[85] Estratégicamente, se buscan y
gestionan recursos y puestos de trabajo, no sólo mediante negociaciones
transaccionales con el Estado, si no con otras instituciones, como las
petroleras locales, fundaciones de diferentes tipos, universidades privadas y
nacionales e incluso comercios locales. Un ejemplo: es la construcción de la
escuela de frontera, en el poblado de Trementinal
ubicado a 50km al noroeste de Mosconi al límite con
Bolivia. Allí la UTD gestionado financiamientos varios, entre ellos con la
fundación de Amalita Fortabat, construye con sus
propia gente la escuela y la casa de la maestra a quien contrata para que
realice las tarea docente. Tal es el caso, también de la
Universidad/colegio, que funciona en las
instalaciones de la ex proveeduría de YPF, en Vespucio, ya que en un primer
momento la tarea académica y de formación se desarrolló con el apoyo de la
Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Y, desde el año 2011 comenzó a
funcionar como una extensión de la Universidad Popular de Madres de Plaza de
Mayo. Para mediados del 2013
la universidad no estaba funcionando en todas las áreas académicas proyectadas,
por falta de presupuesto.
[86]
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[87]
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[88] Siguiendo a Wahren y acorde al trabajo de campo, cabe mencionar ciertas
limitaciones y problemáticas que surgen de este modo comunal y cooperativo de
reorganizar el trabajo y el territorio laboral, tales como la distribución de
los excedentes, los canales de comercialización, la administración general de
los recurso, los bienes y vehículo necesarios para que funcione el proceso
productivo de la organización, por ejemplo cuando no se calcula el gasto de uso
y se rompen los camiones y/o herramientas quedando fuera de servicio por varios
meses e incluso años. Según Wahren algunas de estas
dificultades surgen porque en la organización, si bien se ha generado una
fuerte “cultura del trabajo”, no así una cultura de la “administración y
gestión del trabajo”. Otra limitación, según el recorrido de campo, remite a
los proyectos autogestionados que se realizan con
cierta discontinuidad, según lo
observado por problemas vinculados con los subsidios y /o pagos retrasados y/o
postergados, por parte de los ministerios con los cuales se articula. Ver: Wahren, Juan, 2011, ob.cit., Pp.:
177-78
[89] Wahren, Juan, 2011, ob.cit., Pp.: 177
[90]
La Fundación resulta la figura legal de la organización UTD Mosconi.
El 23 de agosto del 2006 (Res. N° 312, Ministerio de Gobierno y Justicia de la
Provincia de Salta) se aprueba el estatuto social de la Fundación, a partir de
lo cual se le otorga la personería jurídica correspondientes. Siendo
presidente: José Pepino Fernández, Secretaria: Sandra Zerda y Tesorera María
Acosta (Doña Mary). El inicio de actividades formales, a partir delo cual se
encuentran inscriptos en AFIP, es del 31 de julio del 2007, en cuyo concepto figura “actividades económicas”
y “servicios de asociaciones”, en actividades declaradas. En igual año, reciben
el certificado de habilitación por parte del Municipio local (Expte. N° 83932/07) Mientras que, es incorporada al Sistema
Único de Asignaciones Familiares (SUAF) del Anses/Ministerio
de Trabajo, Empleo y Seguridad Social,
el 30 de junio del 2008. También
en 2008, la Fundación gestiona la certificación oficial de inscripción en el
registro general de contratistas del Estado Provincial (Certificado N° 16075)
bajo la figura de Fundación y/o asociación sin fines de lucro. El 8 de octubre
del 2008 FUNDATRAB celebra un “Convenio de Colaboración entre la Provincia de
Salta y la Fundación (Decreto N° 4415, Ministro de Finanzas y Obras Publicas,
Secretaria Obras Publicas. Gobernación
de la Provincia de Salta), dicho convenio tiene por: “…finalidad la
asistencia y cooperación con los recursos humanos, técnicos, financieros que
demandes la ejecución de distintas obras en la localidad de Gral. Mosconi y su zona de influencias (…) considerando también
que la Fundación “FUNDATRAB” podrá contar con apoyo para la ejecución de
distintas obras… ” (Considerandos). Dicho convenio queda legalizado
en el marco de la ley N°6838 (“Nuevas Relaciones entre el Estado y la Sociedad
Civil), la cual cabe decir fue
reglamentada en gobierno de J. C Romero y revalidada a posteriori, para
reorganizar los vínculos entre el Estado y la Sociedad Civil en el proceso de
reformas de Estado de perfil neoliberal, en torno del cual la
des-gubernamentalización del Estado tenía entre algunas estrategias el retorno a los lazos primarios
de solidaridad encontrado en la llamada “sociedad civil”. A su vez, cabe
remarcar, que lo decretado no corresponde con las realidades político
gubernamentales locales, ya que la UTD tiene confrontaciones añejas con la
provincia en torno de la realización de obras, esto se cristaliza en la
actualidad en las problemáticas para realizar las obras en el marco del Fondo
de Reparación Histórico en la provincia (2011). Por último, en abril de 2011, por Resolución N° 2251, 15 de marzo del 2011,
FUNDATRAB resulta acreditada como Organización Administradora por el Registro
Único de Organizaciones Administradoras del Ministerio de Desarrollo Social de
la Nación.
[91]
ANSES: Administración Nacional de
Seguridad Social.
[92]
Entrevista, Rodolfo “Chiqui” Peralta, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[93]
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante los meses de julio y
agosto de 2013, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[94] Para que la fundación pueda funcionar es
necesario que se realice una pequeña colaboración ($60 mensuales), pero no
todos lo hacen y no todos los meses, lo cual implica buscar por otros lados,
como pedirle al carnicero o al verdulero. También se realizan trabajos con las
pymes locales, que se acercan a UTD en búsqueda de gente, así como se realizan
actividades changarinas, como cagar ripio, pagando la
actividad diaria, sobre todo a los jóvenes.
[95] Ver: Wahren, Juan, ob.cit., P.:152
[96]
Ver: Wahren, Juan, ob.cit.,
P.:151
[97]
Svampa Maristella y Pereyra
Sebastián, 2003. ob. cit., Pp.: 136
[98]
Ver: Benclowicz, José, 2013, ob,
cit., Pp:27-52 y 67-71
[99]
Entrevista, Rodolfo “Chiqui” Peralta, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de junio de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[100]
Svampa, Maristella, Cambio
de época. Movimientos sociales y poder político. Siglo XXI editores y
CLACSO, Buenos Aires. 2008
[101]
Un 40% de los trabajadores de y en UTD son mujeres.
[102]
Entrevista, Rodolfo “Chiqui” Peralta, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[103]
Entrevista, Rodolfo “Chiqui” Peralta, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[104]
Extractos Entrevistas Grupales, realizadas en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, entre los meses de setiembre
de 2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[105]Entrevista,
Rodolfo “Chiqui”
Peralta, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de julio de
2014, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[106]
Ver: Manzano, Virginia, 2009, ob.cit., Pp.: 34-35
[107] La
recuperación de categorías nativas se entrelaza con las consideraciones acerca del
Estado planteadas en el primer apartado
del presente desde las peripecias de la gubernamentalidad.
Este enfoque discute tanto con
la perspectiva normativa del Estado, como con aquellas que piensan en
clave de “estatalización de la sociedad” y del binomio “Estado-Sociedad”. Por
tanto, las prácticas astutas de la UTD no son consideradas, cuando se enuncia
como “estado verdadero”, como prácticas ciudadanas o prácticas sociales de
petición legitima de representatividad o denuncia de errores del Estado, más
bien como prácticas de resistencia y des-individuación crítica, en el siendo
cotidiano.
[108]Entrevista,
Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[109]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante los meses de julio
y setiembre de 2012, dirigido por
la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[110]
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[111] Foucault,
Michel, “Anti-Edipó. Introducción a la vida no-facista”. En: Luis Kancyper. El
campo Analítico con Niños & Adolescentes, Zona Erógena, N°18 (versión
digital), 1994,
http://www.politicadelaeducacion.files.wordpress.com/2009/03/michel-foucault-prologo-a-antiedipo.pdf.
Consultada 23 de agosto del 2013.
[112]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de julio de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[113]
Pepino Fernández, por ej.: cuenta en la actualidad con más de 200 causas
judiciales, en su mayoría referidas al delito penal del “Interrupción de las
Vías de Comunicación”, por lo cual estuvo preso en varias oportunidades.
[114]Entrevista,
Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de setiembre de
2011, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[115]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de
setiembre de 2011, dirigido por
la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.
[116] Entrevista, José “Pepino” Fernández,
realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y
Tecnológica (PICT) N° 2084
“Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”,
durante el mes de julio de 2012, dirigido por
la “Dra.
Sonia Álvarez Leguizamón”. Cabe
mencionar que la expropiación del 51% de las acciones de Repsol por parte del
Estado (abril, 2012), en proyecto de “re-nacionalización” de YPF, no ha tenido
efectos directos en la zona del “yacimiento norte”; pues aquí las concesiones
siguen estando en manos de las empresas privadas y el gobierno provincial no ha
tenido iniciativa política de expropiar. Los referentes ex-ypefianos
de la UTD han participado en varias protestas al momento de constituirse la
Comisión Nacional para la conformación del directorio de YPF (en la cual Salta
no tiene participación), así como desconfían de las decisiones y gestiones en
torno de este proceso de “re-nacionalización”, mientras realizan propuestas para
la futura explotación y exploración el yacimiento norte.
[117]
Entrevista, Juan Carlos “Jipi” Fernández, realizada en el marco del
proyecto de
Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mesde
julio de 2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez
Leguizamón”.
[118]
Entrevista, José “Pepino” Fernández, realizada en el marco del proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT)
N° 2084 “Producción de la Desigualdad y la Pobreza en la Salta del Presente”, durante el mes de julio de
2012, dirigido por la “Dra. Sonia Álvarez Leguizamón”.