Reflexiones en torno a la cosmovisión del cuidado del territorio por mujeres indígenas guaraníes de la Provincia de Jujuy

 

[Reflections on the guaraní indigenous women's worldview of caring for the territory in Jujuy Province]

 

[Reflexões sobre a visão de mundo dos cuidados do território de guarani indigenous women of the Província de Jujuy]

 

Elizabeth Hilda Malena Chacón

 

Universidad Nacional de Salta. Facultad de Humanidades. Escuela de Historia.

Colectivo de Mujeres del Chaco Americano

malenachacon01@gmail.com

Ximena Ayelén Vilcay

Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias Sociales.

Colectivo de Mujeres del Chaco Americano

ximena.vilcay@mi.unc.edu.ar

Resumen: Narrar la experiencia de activismo y militancia de mujeres indígenas guaraníes que habitan el territorio chaqueño de la Provincia de Jujuy permite reconocer las implicancias, las vinculaciones históricas y los procesos colectivos y organizativos relacionados con sus cuerpos, el territorio y la tierra, desde una perspectiva intercultural e intergeneracional. Se constata que ellas han venido desarrollando de forma insurgente acciones de agencia e incidencia política en defensa de sus derechos, por un vivir bien y saludable. Esto, en el marco de una lucha constante contra las violencias sistemáticas que afectan a nuestros cuerpos, comunidades y territorios, producto del sistema capitalista, patriarcal, adultocentrista y biomédico. Los diálogos apreciativos y generativos, junto con las acciones colaborativas que se mantienen entre abuelas, madres e hijas jóvenes, han permitido la transmisión de los saberes y las prácticas ancestrales en torno a la medicina tradicional, la salud comunitaria-colectiva, la educación intercultural, el cuidado y autocuidado, la gestión de lo socio-comunitario, y la gobernanza de la tierra y el territorio. A partir de la narrativa escrita, se visualizan las transformaciones y los proyectos desarrollados, desde modos de poder, saber, ser y convivir, que insistentemente buscan descolonizar las estructuras, las conversaciones, los mecanismos de opresión, las desigualdades, las disociaciones, las simplificaciones y la neutralidad.

 

Summary:  This research explores the activism and militancy of Guaraní indigenous women living in the Chaco region of Jujuy Province, Argentina. It examines the historical connections, collective organizing processes, and the impact of their actions on their bodies, territory, and land, all through an intercultural and intergenerational lens. The study reveals how these women have been actively engaging in political agency and advocacy, fighting for their rights and a good and healthy life. This struggle takes place within a context of systematic violence against their bodies, communities, and territories, stemming from a capitalist, patriarchal, ageist, and biomedical system. The research highlights the importance of appreciative and generative dialogues, as well as collaborative actions between grandmothers, mothers, and young daughters, which have facilitated the transmission of ancestral knowledge and practices related to traditional medicine, community-based health, intercultural education, care and self-care, socio-community management, and governance of land and territory. Through the written narratives, the study reveals transformations and projects developed from perspectives of power, knowledge, being, and co-existence, which persistently seek to decolonize structures, conversations, mechanisms of oppression, inequalities, disconnections, simplifications, and neutrality.

 

Resumo: Narrando a experiência do ativismo e a militância de mulheres indígenas Guarani que habitam o território de Chaco da província de Jujuy permite reconhecer as implicações, vínculos históricos e processos coletivos e organizacionais relacionados a seus corpos, território e terra, de uma intergênica e intergérico perspectiva. Verificou -se que eles desenvolvem insurgentemente as ações de agência e incidência política em defesa de seus direitos, para uma vida boa e saudável. Isso, dentro da estrutura de uma luta constante contra a violência sistemática que afeta nossos corpos, comunidades e territórios, produto do sistema capitalista, patriarcal, para adultocentristas e biomédicos. Os diálogos apreciativos e generativos, juntamente com as ações colaborativas que são mantidas entre avós, mães e filhas jovens, permitiram a transmissão de conhecimento e práticas ancestrais em torno da medicina tradicional, saúde da coleta comunitária, educação intercultural, cuidados e autocuidado, o Gerenciamento da Sociomunidade e a Governança da Terra e do Território. A partir da narrativa escrita, as transformações e projetos desenvolvidos são visualizados, a partir de modos de poder, conhecimento, ser e vida, que insistentemente buscam descolonizar as estruturas, conversas, mecanismos de opressão, desigualdades, dissociações, simplificações e neutralidade.

 

Palabras claves: Cosmovisión, mujer guaraní, cuerpo, territorio.

Keywords: Worldview, guaraní woman, body, territory.

Palavras -chave: visão de mundo, mulher guaraní, corpo, território.

 

La presente sistematización de la experiencia de mujeres chaqueñas tiene como objetivo reflexionar sobre el activismo y la militancia de las mujeres indígenas guaraníes de la provincia de Jujuy, Argentina, junto a otras mujeres de zonas cercanas y del vasto territorio del Gran Chaco Sudamericano, en defensa de sus cuerpos, tierras y territorios, así como la preservación y transmisión de la cosmovisión ancestral. También busca describir los procesos organizativos y las acciones de incidencia política y pública en materia de derechos humanos de las juventudes diversas de ese territorio, entendidas no sólo como una continuidad y un recambio, sino como un puente entre los abuelos y los jóvenes, desde su especificidad generacional.

Mediante la transversalización de fuentes bibliográficas y orales se pudo visibilizar y problematizar las violencias sistemáticas que afectan a los cuerpos, comunidades y territorios, causadas por el sistema capitalista, patriarcal, adultocentrista y biomédico. Tomando como eje de la reflexión los diálogos apreciativos y generativos, que se han sostenido entre abuelas, madres e hijas jóvenes, que resultaron clave para la transmisión, preservación y conservación de los saberes y prácticas ancestrales sobre la medicina indígena tradicional y colectiva, el cuidado y autocuidado, la gestión de lo socio-comunitario, la autonomía económica, la gobernanza de la tierra, el territorio y el trabajo colaborativo y mancomunado. Son estos diálogos los que subvierten aquello que no ha sido mencionado, dándole existencia y palabra escrita "en primera persona" a los relatos de vidas. Estos se expresan en la posibilidad de entretejer caminos para pensar y vivir desde un horizonte de sentido intercultural y decolonial.

Ahora bien, la cosmovisión de las mujeres indígenas concibe al territorio como una extensión de sus propios cuerpos y de lo comunitario, caracterizándose por un sentir-saber-hacer cosmopolita que busca descolonizar la dicotomía entre naturaleza y sociedad, impuesta por el capitalismo y el paradigma occidental moderno[1], y recuperar el reconocimiento de cada realidad social, así como la interacción entre contextos singulares no institucionales, entendiendo que estos pueden resignificar las interacciones sociales de la vida comunitaria.

Es decir, las luchas, resistencias, defensas y transgresiones de las mujeres indígenas guaraníes expresan la acción política de sus cuerpos-territorios como parte de un cuerpo colectivo en coexistencia. Estas luchas persisten en la ocupación de espacios de decisión sobre el destino de los pueblos, buscando recuperar, visibilizar, sostener y perpetuar las memorias, las narrativas, la identidad y las condiciones básicas para la existencia y (re)creación plena. Esto constituye un mecanismo de resistencia y una propuesta descolonizadora coherente con la noción del Buen Vivir, propia de los pueblos ancestrales.

En este sentido, las referencias han sido los diálogos apreciativos y generativos entre abuelas, madres e hijas jóvenes, los cuales han permitido la transmisión, preservación y conservación de los saberes y prácticas ancestrales sobre la medicina indígena tradicional y colectiva, el cuidado y autocuidado, la gestión de lo socio-comunitario, la autonomía económica, la gobernanza de la tierra y el territorio, y el trabajo colaborativo y mancomunado. Estos diálogos, cargados de significados y representaciones sociales, subvierten lo que no ha sido mencionado, dándole existencia y palabra escrita “en primera persona” a los relatos de vida. Por ello, el planteamiento de Zaidam es central para indagar en esos relatos que emergen de experiencias con temporalidades distintas, surgiendo desde espacios cercanos, medios y lejanos a través del diálogo apreciativo con el colectivo de mujeres indígenas guaraníes. Este enfoque reconoce que las experiencias y las historias de vida generan nuevos significados y prácticas alternativas, proyectando la construcción de otras realidades[2]. Como señala Kornblit, este es el camino para constituirse en una alternativa que plantee el desafío de reintegrar los sentidos individuales atribuidos a la experiencia dentro del contexto social en el que surgen, siendo esta la única vía de trascender lo particular y construir un saber más profundo sobre lo social[3].

Estos relatos dan cuenta de una memoria compartida a partir de las experiencias de vida con otras mujeres, que nutren de inspiración y orientación. Cuando hablamos de “otras mujeres”, nos referimos a la agencia en las narrativas y prácticas de mujeres indígenas, especialmente guaraníes, preocupadas por sostener la vida en la continuidad comunitaria y la cotidianidad, a través de la relación entre los seres humanos y los seres de la naturaleza que habitan el mismo territorio.

El reconocimiento de la temporalidad histórica del ser mujer indígena y el proceso singular de comprensión de las opresiones y la construcción de estrategias propias de liberación ha permitido valorar que la lucha colectiva por el territorio implica alianzas y diálogos, tal como señala Cabnal, se trata de una femealogía de mujeres indígenas (genealogía, memoria e historia) con otros feminismos: los comunitarios, los campesinos, los urbanos, los negros, etc.[4]

Asimismo, estos procesos organizativos son medios para desmontar el racismo, el colonialismo y el patriarcado: “…que viene de afuera (...) y el que vive dentro de nosotras y que reproducimos (...) Esto puede liberarse a través de formas y prácticas de sanación consciente a nivel individual y colectivo”[5], avanzando hacia la interconexión entre redes de reciprocidad, cuidado y formas organizativas y asociativas. Reconociendo, como afirma Hernández, “a cada una de nosotras y a las otras con las que establecemos interacciones e intercambios decisivos, a la hora de generar y mantener una identidad subjetiva y colectiva, el apoyo social y el brindado mutuo de servicios e información”[6].

En definitiva, la dinámica colectiva de las mujeres y sus distintas generaciones, permitió consolidar un abanico de posibilidades e intercambios materiales-simbólicos para comprender sucesos particulares desde los saberes y experiencias y fortalecer las relaciones intergeneracionales. Así se elaboraron proyectos sobre:

                 Proceso de deconstrucción y construcción de procesos educativos desde las diferencias y la interculturalidad, a través de espacios virtuales de formación y facilitación.

                 Recuperación de los saberes y prácticas de la salud ancestral con la elaboración y ejecución de huertas comunitarias de plantas nativas medicinales, con la preservación de las semillas.

                 La educación no-formal, comunitaria e intergeneracional en los procesos de trabajo colaborativos mediante la confección de trajes tradicionales o arte textil.

Entendemos que el rescate de una experiencia de protagonismo particular, en el intercambio de saberes, sentidos, narrativas y prácticas vividas, situada en las localidades de San Pedro y Libertador General San Martín de la provincia de Jujuy, parte de la comprensión de las interacciones sociales de la vida cotidiana de las mujeres jóvenes que han basado su trabajo colaborativo y su participación política en un marco de sentido de un cuerpo colectivo en coexistencia con otros cuerpos colectivos.

Surge entonces la pregunta sobre en qué medida los liderazgos juveniles de mujeres forman parte de esa maquinaria comunitaria politizada, como una práctica alternativa y coherente con la noción del Buen Vivir de los pueblos ancestrales. Se plantea, así como una condición de posibilidad para pensar una gestión territorial, articulación e incidencia política, a partir de la revalorización de una nueva forma de relación, entre mayores y mujeres jóvenes, reconociéndose como sujetos de derechos.

En el proceso del activismo, se cuestionan las situaciones de exclusión y desigualdad que afectan a las juventudes y en particular a las mujeres. Así, en la obra “Cuerpo, territorio y feminismo”[7], se identifican las intersecciones de las relaciones opresivas y se describen las acciones y estrategias colectivas de disputa y de resignificación, las cuales han fortalecido y redefinido las experiencias vitales del colectivo juvenil; en relación con otros jóvenes de proximidad y/u organizaciones de base que defienden la tierra, el territorio y los derechos humanos.

Algunos especialistas sostienen que se ha constituido una identidad juvenil unívoca, pero a la vez basada en la diversidad, evitándose reproducir las “formas adultas” de participación y sorteando “las exclusiones que se expresan en la idea de ‘esfera pública’ de la democracia liberal (de género, de etnia, etc.)”[8]. Así, por ejemplo, como modo estético de visibilización política, organizativa y de expresión autogestiva, se porta la remera y la bandera del Colectivo de mujeres del Gran Chaco americano, en cada espacio de participación oral y escrita.

Si bien se han transitado múltiples y diversos espacios se han encontrado dificultades para dar a conocer las opiniones y la toma de la palabra, y en ocasiones, no pudieron proponer debates sobre situaciones o problemáticas que afectan el territorio. También se encontraron con obstáculos para la participación en la elaboración, diseño y ejecución de políticas, programas y proyectos sociales de los que eran “beneficiarias”. Y además fueron persuadidas para responder a objetivos ajenos a los deseos e intereses, aunque se decía que les favorecían.

No obstante, en cada uno de esos espacios ocupados, se logró generar alianzas subversivas, políticas y feministas, en donde se cuestionó la necesidad de pensarse como sujetos políticos y éticos, capaces de construir con otros jóvenes, nuevos sentidos para un mejor vivir[9]. De este surgieron redes de comunicación, trabajo, cooperación, proximidad e intercambios de amistad, que posibilitaron procesos de ruptura con lo dado, despatriarcalizando y desadultocentrando.

Cabe destacar la motivación de promover las habilidades y destrezas individuales y colectivas de las jóvenes para el sostenimiento autónomo e inclusivo de sus vidas cotidianas, fortaleciéndose su capacidad de agencia y activismo. Lo que permitió la implementación de redes de cuidado y autocuidado entre pares, reflejados en procesos psicosociales de elaboración de proyectos vitales, encaminados en la promoción de la vida en el cuidado de la salud.

Con ello se busca socializar un conjunto de herramientas digitales necesarias para modificar las relaciones desiguales de convivencia y dar respuestas a la falta de oportunidades laborales, culturales, sociales y de participación ciudadana para las jóvenes. Así pues, las actividades laborales y económicas giran en torno a la producción y el emprendedurismo de manera sustentable y sostenible, tal como lo puede significar la agricultura familiar, la agroecología, la artesanía, la gastronomía, entre otros. Las que contribuyen significativamente al bienestar de las personas, la equidad social y de género, al mantenimiento de la salud integral, la conservación de los saberes ancestrales, la reducción de los daños ambientales y la promoción del trabajo comunal, organizativo y territorial.

Con la finalidad de generar espacios de diálogo, intercambios reflexivos y la construcción de rutas de aprendizaje colaborativos, de manera virtual y presencial, con y entre las jóvenes en torno a sus actividades económicas. Esto ha permitido fortalecer los lazos de colaboración y la promoción del sentido de pertenencia regional a partir de sus proximidades territoriales. Potenciándose las capacidades, habilidades y destrezas de cada joven en el liderazgo de sus proyectos de vida.

En definitiva, se busca la co-construcción de una ética del cuidado centrada en las jóvenes, que interpelan el desarrollo actual de las actividades económicas y la generación colectiva de prácticas saludables de cuidado y autocuidado. Estas prácticas son, en sí mismas, acciones de adaptación y mitigación al cambio climático en el territorio jujeño, con el objetivo de solidificar estas economías justas, la justicia de género y la justicia climática. En efecto, al reconocer y valorar la diversidad y las diferencias dentro del colectivo, permite dialogar en torno a intereses, temas y problemáticas que interpelan y atraviesan de manera común en la región, aunque con impactos distintos según el territorio local. En esa diversidad, se han recuperado experiencias, re-creado nuevos saberes y relaciones con/entre otras/os, donde se construyen sentidos, proyectos colectivos, desafíos y sueños, cuestionando las verdades aceptadas. Por ello, los diálogos reflexivos que sostienen son espacios generativos, de constante movimiento de construcción comunicacional, acción comunicativa de narrativas y de aprendizaje colaborativo.

Para finalizar y en base a lo sugerido por Kremer  “...la necesidad de crear y sostener diversas articulaciones entre las luchas pudiendo generar diálogos que favorezcan las mismas (...) La politicidad de las demandas de las mujeres y diversidades sexuales, da cuenta de la articulación de las nuevas resistencias que dinamizan y complejizan los campos de acción política…”[10] . Es posible sostener que son los procesos de activismo y militancia que, de manera insurgente, las mujeres chaqueñas han desplegado histórica y situadamente en defensa de los cuerpos, los territorios, las tierras, las comunidades y las organizaciones los que inciden políticamente y delimitan una identidad cosmopolítica con horizontes emancipadores, que garantizan los derechos humanos y la justicia social.

Se trata de una ética del cuidado que reconoce el valor y la importancia de la diversidad de actividades que las mujeres realizan para el sostenimiento de la vida cotidiana[11] (OXFAM América Latina, 2022). Y que son sus acciones, impregnadas de lucha, valentía, transgresión, resistencia, poder, autonomía, convicción y amor, las que continúan problematizando y deconstruyendo los esencialismos culturales, los fundamentalismos étnicos, la heterorealidad cosmogónica y la episteme colonial, que históricamente han expropiado el primer territorio de poder de sus propios cuerpos hermanados y conectados con la tierra y el territorio al que pertenecen, luchando por la sanación y la liberación, transmitiendo el conocimiento del ser-saber-sentir-hacer, de una identidad étnica emancipada y de una cosmovisión y sexualidad liberadora[12].

 

 



[1] Marisol De la Cadena, “Cosmopolítica indígena en los Andes: reflexiones conceptuales más allá de la «política»”, Tabula Rasa, no. 33 (2020), 273-311.

[2] Véase en Daniel Zaidam, “El diálogo apreciativo en el proceso comunitario intercultural (propuesta teórico- práctica)”, Revista Extremeña de Sociología (ACISE), no. 7 (2015), 41.

[3] Véase en Ana Lía Kornblit, Metodologías cualitativas en ciencias sociales: Modelos y procedimientos de análisis. (Buenos Aires: Biblos, 2007), 15 – 27.

[4] Véase en Lorena Cabnal, “Agenda Feminista y Agenda Indígena: Puentes y Desafíos”, en Mujeres en Diálogo: Avanzando hacia la Despatriarcalización en Bolivia, (La Paz: Editora Presencia SRL, 2012), 53–61.

[5]  Lorena Cabnal, “Agenda Feminista y Agenda Indígena”, 53-61.

[6] Véase en Mauricio Hernando Bedoya Hernández, “Redes del cuidado: Ética del destino compartido en las madres comunitarias antioqueñas”, Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, vol. 11, no. 2, (julio-diciembre 2013), 741-753.

[7] Véase en Alicia Migliaro González, Dina Mazariegos García, Lorena Rodríguez Lezica y Juliana Díaz Lozano, “Interseccionalidades en el cuerpo-territorio”, en Cuerpos, Territorios y Feminismos Compilación latinoamericana de teorías, metodologías y prácticas políticas. (Quito-Ecuador/México, 2020). 

[8] Véase en Susana Andrada, “Nuevos territorios para la participación infanto juvenil”. La experiencia de la Red de Infancias de Malagueño, 2018.

[9] Véase en María Galindo. “Estructuras patriarcales, andinas y procesos de despatriarcalización” (ponencia presentada en la Diplomatura de Feminismos comunitarios, campesinos y populares en Abya Yala. UNJU. (Clase Nº1. 05 de octubre de 2022).

[10] Véase en Liliana Kremer.  “Feminismos y educación: otros lenguajes que proporcionan sentido al intercambio”. Momento-Diálogos em Educação, vol. 27, no 3 (2018), 154-177.

[11] Véase en Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (OXFAM), “Justicia Climática y de Género. Para la sostenibilidad de la vida y la resiliencia Climática”, https://lac.oxfam.org  (consultada en julio de 2022).

[12] Cabnal, “Agenda Feminista y Agenda Indígena”, 53–61.